lunes, 11 de mayo de 2020

Tutankamón (reinado desde 1.336 a 1.327 a. C.)

El faraón Tuntakamón o Tutankhaten, se estima que nació en el año 1345 a. C, y falleciera siendo apenas un adolescente hacia 1327 a C. Perteneciente a la XVIII Dinastía del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto, parece que murió por una infección generalizada tras una fractura en una pierna. Fue enterrado como los grandes faraones de esta época esplendorosa, en El Valle de los Reyes hace más de 3.000 años, y era el Santo Grial para cientos de aventureros y arqueólogos que su tuvieron que dar por vencidos.
Su padre fue Akenatón (reinado desde 1353-1336 a. C.), que estuvo casado con Nefertiti, y Kiya. Pero parece que su madre según los últimos estudios fue la llamada The Younger Lady, hallada en la tumba KV35, hermana del propio Akenatón.

La máscara funeraria se encuentra en El Museo egipcio de El Cairo, está realizada en oro batido con incrustaciones de minerales de pasta de vidrio y turquesas.

El Valle de los Reyes ha sido siempre un lugar codiciado por los tesoros que allí aguardan y ocultan, a tal punto, que el lugar semeja a un paisaje lunar.

El Valle de los Reyes (Kings Valley), situado cerca de Tebas (el actual Lúxor) hacia la orilla oeste del río Nilo, forma parte de las necrópolis del Antiguo Tebas, considerado patrimonio de la Humanidad desde 1979. Su montaña más alta, con una altitud de 420 msnm, llamada El-Qurn (El Cuerno), recuerda a una pirámide natural. En sus cercanías se localiza los importantes complejos de templos de Deir el-Bahari, así como El Valle de las Reinas, una importante necrópolis donde fueron enterrados tanto reinas como príncipes principalmente de las dinastías XIX y XX.

La tumba de Tutankhamón corresponde al número KV62 (Kings Valley), localizada  aproximadamente al centro del valle y rodeada de otros sepulcros hallados:
KV9 Ramsés VI faraón de la XX Dinastía, KV8 Merenptah faraón de la XIX Dinastía, KV7 Ramsés II El Grande faraón de la XIX Dinastía, KV35 Amenhotep II faraón de la XVIII Dinastía, KV57 Horemheb, faraón de la XVIII Dinastía, KV16 Ramsés I faraón de la XIX Dinastía, KV17 Sethy I faraón de la Dinastía XIX, cual es el más profundo de todos alcanzando 137 m bajo tierra (casi igual que la Gran Pirámide con sus 139 m). Su sepulcro es muy completo y bello, y de los mejores conservados. 

El descubridor de la preciada tumba fue Howard Carter, un inglés inspector del departamento de antigüedades del gobierno egipcio, y residente por su cargo. El 26 de noviembre de 1922, halló la entrada a la tumba, en donde 16 escalones (casualmente trabajó durante 16 años en el hallazgo), condujeron ante la ante-cámara, descubriendo tiempo después un total de cuatro cámaras más. 
El financiador del proyecto fue Lord Carnarvon, Conde y arqueólogo excéntrico, sin cuyo capital no habrían sido posibles las excavaciones.


Carter se halló ante una puerta maciza de granito con todo un rosario de jeroglíficos... A través de una hendidura pudo ver que detrás había tesoros incalculables, junto al gran Trono real de oro sólido... Aunque tardaron 2 años más en lograr abrir la última puerta donde se hallaba el féretro del Faraón de granito con más de 9 pies de largo. Dentro del féretro había otros tres más pequeños que a su vez se fijaban uno al otro perfectamente encajados. Los dos exteriores eran de madera con incrustaciones diversas de oro y piedras preciosas en la parte interna. 
Trono Real
El tercero y último contenían los restos momificados del faraón, hecho de oro puro. Su rostro lo cubría una más cara de facciones aniñadas y también de oro. 
Como nota decir que como parte de la momificación era común extraer, embalsamar, y almacenan en cuatro recipientes los pulmones, el estómago o bazo, el hígado y los intestinos para ser encomendados la protección del cuarteto de recipientes, a cuatro deidades, los conocidos como cuatro hijos del dios solar Horus:  Kebehsenuf (cuida de los intestinos), Imset (del hígado), Duamutef (del estómago), Hapi (de los pulmones). 
La noticia de la profanación de la tumba de Tutankamón atrajo la atención de cientos de turistas buscando algún objeto valioso perdido por los alrededores del Valle de los Reyes. Por ello la vigilancia fue continua. Pero además entre los egipcios circulaba una leyenda ancestral, de que aquel que osara violar la tumba del faraón Tutankamón, encontraría la muerte... 
Falsos o reales circularon muchos rumores por las tantas muertes relacionadas de manera directa o indirecta con la momia. Aunque es cierto que resulta curioso que Carter no muriera a posteriori del hallazgo, y aún llegó hasta los 64 años falleciendo de causas naturales. Aunque no así Lord Carnarvon (George Herbert), que tuvo una muerte horripilante diez meses después, tras la picadura de un mosquito en la mejilla, al afeitarse y cortarse en el mismo lugar, y que parece dio lugar a una infección que se extendió por todo su cuerpo provocándole terribles dolores... 
Coincidencias, que al descubrirse el rostro del joven faraón, por cierto perfectamente conservadas en su valioso envoltorio, tenía una marca exactamente en el mismo lugar preciso donde Lord Carnavon fue picado...

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