La Presa -definida como Pantano en la Península-, para uso de Riego, es propiedad de La Comunidad de la Cuevas de Las Niñas (CDAD. CUEVA LAS NIÑAS), cuyas obras acabaron el 01/01/1959. Fue diseñada hacia 1930, pero su construcción se inicia 5 años después, y tiene una longitud de coronación de 130 m, y 3 m. de ancho. El cauce de agua proviene del barranco de Arguineguín, y recoge las aportaciones irregulares de los barrancos de Pilancones y de las Ñameritas.
La presa y todo el área adyacente, es considerada reserva natural de la Biosfera catalogada dentro del Parque Rural del Nublo. Es una zona popular recreativa y de acampada que pertenece al municipio grancanario de Tejeda. Se localiza en la vertiente Sur-centro de la isla en el Bco. de Majada Alta situado en los Llanos de la Yerbahuerto, a unos 900 m de altitud, colindante a la Reserva Natural Integral de Inagua y Pajonales, dentro de un entorno de pinar abierto de repoblación. El lugar tiene gran interés ornitológico, destacando la abundante presencia de Pico Picapinos (Dendrocopos major thanerii), una subespecie de pájaro carpintero que abunda principalmente en Gran Canaria y Tenerife. Ocasionalmente se avista la especie endémica amenazada del Pinzón azul, más propia de la reserva de Pajonales.
Desde la zona de acampada hay una variada red de senderos que conectan hacia el Roque Nublo, Ayacata, Cruz Grande y el circuito de las grandes presas de Soria y Chira. Debido a su situación geográfica de orientación sur, se halla alejada de la influencia de los alisios, por ello las temperaturas son elevadas sobre todo en verano, con temperaturas de hasta 40º C. En invierno las temperaturas son moderadas durante el día, aunque bajan de manera notable por la noche. Las precipitaciones por lo general son escasas, pero pueden llegar a ser torrenciales debido a borrascas estacionales procedentes del suroeste.
En cuanto a la leyenda no existe, como suele ocurrir con los mitos, un consenso oficial. Existen al menos cuatro leyendas:
En una de ellas se cuenta que en el lugar donde se localiza un pino, con una edad estimada de más de 400 años, y que sobresale a los demás no sólo por su tamaño, sino por su extraña ramificación, superviviente de grandes incendios de antaño, guarda en su interior el espíritu de una joven, ya que fue testigo de la muerte de la chica que se consumió abrazada a su tronco.
En una de ellas se cuenta que en el lugar donde se localiza un pino, con una edad estimada de más de 400 años, y que sobresale a los demás no sólo por su tamaño, sino por su extraña ramificación, superviviente de grandes incendios de antaño, guarda en su interior el espíritu de una joven, ya que fue testigo de la muerte de la chica que se consumió abrazada a su tronco.
Pero la teoría más aceptada es que guarda relación con el yacimiento arqueológico de La Majada Alta hallado en la cabecera de la presa, donde en una campaña realizada en 1948 por el entonces responsable de Patrimonio Sebastián Jiménez Sánchez, descubre una cueva funeraria aborigen profanada con abundantes restos humanos de fragmentos óseos revueltos entre esterillas de junco y palmas, seguida de otras cuevas adyacentes con las mismas circunstancias. Según parece estas cuevas eran conocidas desde mucho tiempo atrás por los vecinos de la zona, quienes relataban que sus abuelos habían encontrado dentro de las esterillas pequeños esqueletos que asociaron por su forma, a niñas.
La leyenda se asocia a las halladas en el yacimiento de El Portichuelo (Cendro, Telde) descubierta en marzo de 1983, en donde la investigación llevada a cabo por Julio Cuenca (jefe del Museo Canario), descubrieron en una cueva artificial los restos óseos de seis infantiles neonatos aborígenes de sexo femenino enterrados en el interior de vasijas de cerámicas, y rodeados de restos alimenticios que pudieran ser a modo de ofrendas. Por lo que pudiera llegar a pensarse de que los antiguos aborígenes llegaban a practicar el infanticidio femenino en una medida reguladora de el exceso de población.
Otra de las leyendas sobre el origen del nombre la asocia a la época en la que se comienza a construir la presa, y que venía dado porque en tales cuevas los obreros guardaban los materiales y herramientas, y ocasionalmente fueron hasta usadas de viviendas temporales por algunos de ellos. En algunas cuevas llegaron a venir prostitutas, llamadas "habitaciones del amor", y es por ello que se las llega a conocer por "las cuevas de las niñas", en referencia a ellas, derivando al nombre de Presa de Las Cuevas de las Niñas. El oficio mas viejo del mundo acabó allí una vez terminada la larga construcción del embalse. Se cree que la historia se tapó con otra leyenda sobre el ahogamiento de dos hermanas derivada de la censura de la dictadura franquista, y de cara al turismo. Es posible que el infortunado accidente pudiera haber ocurrido. En el pasado fueron muchos los casos de ahogamiento al quedar los nadadores atrapados en las algas y juncos que florecen desmedidamente y pueden ser una trampa mortal, además del agotamiento propio que supone el nado en agua dulce.
En fin chicos y chicas, que hay leyendas, como no, para todos los gustos.
En fin chicos y chicas, que hay leyendas, como no, para todos los gustos.
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