lunes, 25 de mayo de 2020

Leyenda de La Cruz de Arecida en el municipio palmero de Tijarafe (recuerdos de La 2ª guerra Mundial)


Información sobre la ermita del Buen Jesúsermita construida hacia 1584 y declarada Bien de Interés Cultural en 1994. Su enclave se localiza en el Barranco del Jurado, de también interés cultural y para la práctica del senderismo, dentro de la ruta en el fondo del mismo se halla el llamado Pozo del Jurado, de sumo interés paisajístico, y que recibe su nombre por los numerosos agujeros naturales producidos por la erosión en sus laderas. 

En el municipio Tijarafe situado al noroeste de San Miguel de La Palma, en el barrio de Arecida se halla la Cruz de Arecida, cruz que se hiso con restos de la madera del techo de La ermita del Buen Jesús hacia 1997. 

La Cruz guarda relación con el piloto y abogado estadounidense de La 2ª Guerra Mundial John F. Carr, que en el año 1944 era piloto de caza a bordo del portaaviones USS Block Island cuya misión era la de cazar submarinos nazis U-Boote (en plural), para despejar la ruta atlántica.

Una tarde partió junto a otros cazas, en total seis, para hundir un U-boat (en singular) avistado por los radares, pero el submarino se anticipó al ataque y disparó sus torpedos que alcanzaron al portaaviones. Los aviones también lanzaron sus torpedos, más que nada para aligerar el peso, puesto que sin buque nodriza donde aterrizar no quedan otras opciones que llegar a la costa más cercana antes de que se acabara el combustible, decidiendo tomar rumbo hacia Madeira. Pero una vez llegan, la oscuridad de la noche más lo accidentado de la orografía hiso abortar el salto en paracaídas, y se deciden por amenizar en el mar que estaba sereno en calma.


Aquí pierde contacto con sus compañeros y John F. en cuanto amenizó con éxito, nota como enseguida su aeronave comienza a hundirse y colocándose el chaleco salvavidas, apenas tuvo tiempo de saltar al agua. Por fortuna, después de un tiempo en el mar, aparece ante él una gran roca de forma plana a la que llega nadando y allí permanece descansando. Poco después de amanecer siente una barca pesquera, la visualiza, y hace señas para que lo rescaten. A salvo a bordo, trata de hablarles en portugués pero ellos no dan seña de comprender, y de hecho responden en otro idioma ajeno para él. Lo llevan a una cabaña en la cima de una montaña, donde debidamente lo alimentan y atienden (recibe un buen vaso de vino tinto). Hacia al mediodía lo llevan a un pueblo a la presencia de unos soldados de gorra en forma tricornio (tres picos), por lo que comprende que era la Guardia Civil española y por lo tanto no estaba en Madeira como creía. Lo llevan a caballo a un cuartel cercano del Ejército español, el regimiento 133, y a la mañana siguiente lo reúnen con un representante de seguros de Lloyd's of London quien hablaba perfectamente inglés, y que le rebela que estaba en la isla de La Palma. Durante su estancia el piloto fue tratado con grata hospitalidad permaneciendo unos 10 días en la isla, hasta que finalmente fue trasladado a Tenerife haciendo escala en Gan Canaria, y viajando a posteriori a Cádiz donde las tropas americanas tienen su base en Gibraltar. De los otros cinco pilotos sobrevivieron otros dos, pero él fue el único capturado en territorio español, del portaaviones se rescataron 650 tripulantes, y del submarino U-549, hundido tiempo después en otro ataque con cargas de profundidad, no sobrevivieron ninguno de sus 75 tripulantes. 

El chaleco salvavidas de John F. fue donado por su familia en diciembre de 2018 al Museo Naval de Sta. Cruz de La Palma, a donde se trasladaron invitados en homenaje a su padre por parte de las autoridades tanto desde el ayuntamiento por el Museo Naval, y desde entonces se exhibe al público. Jhon F. había fallecido en mayo de este año con 74 años y no había tenido ocasión de regresar nuevamente a la isla. 

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