Marco Aurelio y su hijo Cómodo se popularizaron debido a la galardonada película hollywense Gladiator, y en donde se destaca como protagonista el cónsul protagonista, Marco Antonio Macrimo (Maximus Décimo Meridio), un general (Cónsul) de origen hispánico que consiguió importantes victorias contra las tribus celtas de Britania y germánicas entre otras. El personaje en cuestión lo encarnó el actor Russel Crowe. La película fue dirigida por Ridley Scott, y obtuvo nada menos que 5 óscares del AMPAS (Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas). La trama cuenta como el protagonista es dado por muerto traicionado por el hijo de su amigo el César Marco Aurelio, que ordena su ejecución así como asesinar crucificándolos, a toda su familia. Acción que lleva a cabo tras la muerte de su padre y heredar el trono convertido en el emperador Lucio Aurelio Cómodo.
Milagrosamente consigue sobrevivir tras escapar pero muy malherido, siendo capturado para después ser vendido como un esclavo de entretenimiento para la lucha, es decir, un Gladiador. No sólo logra ser el mejor sin rival en el terreno de lucha sino que debido a su enorme popularidad, el nuevo emperador Lucio Cómodo, decide un enfrentamiento contra él cuerpo a cuerpo en espectáculo público. El gladiador que siempre oculta su identidad bajo una máscara en el terrario, se despoja de ella causando la sorpresa de Cómodo. Al fin logra su venganza matando en la arena del circo al infame emperador. La película no es para nada verosímil y fiel a la documentación histórica, típico en las superproducciones que en realidad se busca la espectacularidad y sensibilidad, sobre el rigor biográfico.
Hace un tiempo a colación por esta película, se resaltó la noticia por haberse encontrado en las excavaciones al norte de Roma,-concretamente hacia el kilómetro 8,5 (Vía Flamínmia)-, los restos del mausoleo hallados cubiertos por el barro del paso del río Tíber, se constatan que pertenecieron al cónsul Marco Antonio Macrimo (Marco Nonio Macrino), datando del siglo II d. C. Según los datos históricos nada indica que este personaje fuera traicionado, y tal como dice los restos del epígrafe hallado en su tumba, continuó siendo fiel amigo del emperador hasta el fin de sus días. Se añade además que durante las dos campañas militares que participaría el emperador Marco Aurelio (en el 169 y 179 d. C.), el general Marco Antonio Macrimo rondaría los 60 ó 70 años. Bastante mayor para ser militar, retirado como pro-cóncul o de algún otro rango de magistrado. Así como tampoco según los datos verificados nunca llegó a estar en África como afirma la película, aunque si fue gobernador de Asia, como se lee en un epígrafe encontrado en las ruinas de Éfeso (Turquía).
Hace un tiempo a colación por esta película, se resaltó la noticia por haberse encontrado en las excavaciones al norte de Roma,-concretamente hacia el kilómetro 8,5 (Vía Flamínmia)-, los restos del mausoleo hallados cubiertos por el barro del paso del río Tíber, se constatan que pertenecieron al cónsul Marco Antonio Macrimo (Marco Nonio Macrino), datando del siglo II d. C. Según los datos históricos nada indica que este personaje fuera traicionado, y tal como dice los restos del epígrafe hallado en su tumba, continuó siendo fiel amigo del emperador hasta el fin de sus días. Se añade además que durante las dos campañas militares que participaría el emperador Marco Aurelio (en el 169 y 179 d. C.), el general Marco Antonio Macrimo rondaría los 60 ó 70 años. Bastante mayor para ser militar, retirado como pro-cóncul o de algún otro rango de magistrado. Así como tampoco según los datos verificados nunca llegó a estar en África como afirma la película, aunque si fue gobernador de Asia, como se lee en un epígrafe encontrado en las ruinas de Éfeso (Turquía).
Debido a las películas de Hollywood se popularizó el mito de dirigirse en la arena los Gladiadores hacia el Emperador antes de iniciar el combate, y gritar en alto a modo de saludo: “¡Los que va a morir te saluda! (Morituri te salutant)”, no es más que otra licencia artística de los guionistas y no se recoge en ningún documento histórico. Esta tradición errónea puede ser debido a la obra en latín del año 121 d. C. de "Los 12 Césares de Cayo Suetonio"; que describe que en una Naumaquia, en una representación de una batalla naval (a escala real), teatralizada en el año 52 d. C. en honor del emperador Claudio en el Lago Fucino, los combatientes utilizan este dicho dirigiéndose al César Claudio, pero no es ni mucho menos un dicho común ya que no se emplea en ningún otro documento histórico. Ello se culpa como responsable a un cuadro pintado por un pintor francés, Jean-Léon Gérôme en 1859, titulado: “Ave Caesar, morituri te salutant”. En el cual se representa a un grupo de gladiadores en un anfiteatro saludando al Emperador al grito de “Ave César, los que van a morir te saludan”, antes de empezar sus correspondientes combates.
Pollice Verso (Con el pulgar hacia arriba). Otro de los cuadros pintado por Jean-Léon Gérôme hcia 1872.
Al igual que el gesto del pulgar de hacia arriba el perdón, y hacia abajo la ejecución, se puede deber a otro cuadro de este pintor. En realidad cuando el César levantaba el pulgar el gesto se refería a señalar a la yugular, a que le cortase la garganta. Y por el contrario al alzar el puño cerrado, tenía el significado de concederle el indulto.
En otros textos indican que el pulgar hacia arriba viene a significar “La espada desenvainada”, por lo tanto la muerte. Y al contrario el pulgar hacia abajo: “La espada envainada”, el perdón.
Aunque puede que con la llegada del Cristianismo, el acto simbólico cambiara el gesto de levantar el pulgar con un significado de El cielo, por lo tanto el perdón. Y el pulgar hacia abajo Los Infiernos, significando la muerte. Como anécdota comentar que existieron muchas mujeres gladiadores con gran pericia en el combate, frente a lo que se puede creer.
Al igual que el gesto del pulgar de hacia arriba el perdón, y hacia abajo la ejecución, se puede deber a otro cuadro de este pintor. En realidad cuando el César levantaba el pulgar el gesto se refería a señalar a la yugular, a que le cortase la garganta. Y por el contrario al alzar el puño cerrado, tenía el significado de concederle el indulto.
En otros textos indican que el pulgar hacia arriba viene a significar “La espada desenvainada”, por lo tanto la muerte. Y al contrario el pulgar hacia abajo: “La espada envainada”, el perdón.
Aunque puede que con la llegada del Cristianismo, el acto simbólico cambiara el gesto de levantar el pulgar con un significado de El cielo, por lo tanto el perdón. Y el pulgar hacia abajo Los Infiernos, significando la muerte. Como anécdota comentar que existieron muchas mujeres gladiadores con gran pericia en el combate, frente a lo que se puede creer.
Respecto a los gladiadores en sí se mitifica que el origen de su existencia proviene de los romanos, pero se han hallado pruebas que atestiguan que ya se hacían estos duelos muchos siglos antes de la aparición del imperio dentro de las costumbres del pueblo italiano etrusco, hacia el siglo VI a. C., y luego incorporado al Periodo Clásico y Helenístico griego y continuada en adelante con la Grecia Romana. Aunque las costumbres iniciales de estas luchas se celebraban en fechas señaladas y por motivos religiosos u honoríficas, y fueron los romanos que le dieron un carácter recreativo.
Alejándonos de Roma y volviendo sobre otras películas legendarias famosas que han alimentado mitos inciertos, Braveheart fue una de ellas. Film del año 1995 encarnando el personaje principal el actor Mel Gibson, en el papel de William Wallace, históricamente héroe nacional escocés que participó en la 1ª Guerra de independencia de Escocia (1296-1306), contra la Inglaterra del monarca Eduardo I. Wallace era un plebeyo instruido cual lideró el levantamiento de armas e infligió sendas derrotas a los ingleses destacando La Batalla del Puente Stirling en 1297, aunque acabó siendo derrotado en la Batalla de Falkirk al año siguiente.
Convertido en un proscrito se refugió en Francia renunciando a su cargo de Guardián de Escocia. Finalmente a su regreso es traicionado siendo capturado y ejecutado en 1305 tras ser descuartizado brutalmente. Le sucedería el noble Robert Bruce cual reanuda la guerra contra los ingleses y que con el apoyo de importantes clanes de irlandeses consiguió derrotar al hijo de Eduardo I, Eduardo II, en 1322. En 1327 Eduardo II es asesinado arrojado por la ventana pero no se está seguro de la autoría de este asesinato. El nuevo rey Eduardo III es vencido durante una última batalla logrando escapar de la misma por fortuna, ello fue determinante para hacerlo firmar un edicto que promulgaba La Independencia de Escocia (1328), reconociendo a Robert como rey de Escocia, llamado Roberto I de Escocia. Apenas disfrutó de la Independencia de su país ya que falleció al año siguiente en el exilio debiendo escapar ante la inminente llegada de un flamante grueso de las tropas de Eduardo, y la falta de apoyos de los clanes de los clanes irlandeses, muy divididos por esa época. Hay que decir que también jugó en contra la Gran Hambruna (1315-1322), que aconteció debido a la sequía y consiguiente pérdidas de los cultivos, llegando a tal nivel de desesperación que la población llegó a recurrir al canibalismo más atroz. Los pueblos escoceses e irlandeses lo sufrieron más que la imperial Inglaterra, que contó con algo más de recursos…
Robert Bruce siempre aspiró a luchar en las Cruzadas en Tierra Santa, y en el lecho de su muerte en 1329 confió a su allegado más servil Sir James Douglas, que cuando falleciera llevara su corazón a ser enterrado en la tumba del Santo Sepulcro de Jerusalén. Douglas quiso cumplir la promesa y se embarcó junto a otros destacados caballeros para llevar a cabo la misión, llevando el corazón encerrado en un pequeño cofre de plata, que según dice la leyenda, lo llevaba colgado al cuello. Pero en ello mientras llegaba a Flandes, le llegaron noticias de que el Papa había otorgado la categoría de Cruzada la reconquista de la Península ibérica, por lo que decide unirse con el rey castellano Alfonso XI contra el Reino musulmán de Granada. Reunidos en Sevilla (1330), emprendieron rumbo a la localidad malagueña de Teba puesto que las tropas de Alfonso XI pretendía recuperar el llamado castillo de la Estrella. Pero la ofensiva terminó en tragedia y fue el fin de la aventura de Douglas, acabando muriendo en combate superado en número y rodeado por los musulmanes. La mayoría de sus hombres acabaron también muertos, y según uno de los testigos cuando se lanzó con arrojó al combate gritó: “¡Adelante corazón valiente, yo te seguiré o moriré!”.
Su bravura fue lo que dio pie al término de Braveheart (Corazón Valiente). El cuerpo de Douglas y el corazón de Robert fueron repatriados a Escocia para ser enterrados. El corazón de Robert fue enterrado en la abadía de Melrose. En el año 1818 cuando fue exhumado el cadáver de Robert, se comprobó que ciertamente se había sido despojado de su corazón.
Convertido en un proscrito se refugió en Francia renunciando a su cargo de Guardián de Escocia. Finalmente a su regreso es traicionado siendo capturado y ejecutado en 1305 tras ser descuartizado brutalmente. Le sucedería el noble Robert Bruce cual reanuda la guerra contra los ingleses y que con el apoyo de importantes clanes de irlandeses consiguió derrotar al hijo de Eduardo I, Eduardo II, en 1322. En 1327 Eduardo II es asesinado arrojado por la ventana pero no se está seguro de la autoría de este asesinato. El nuevo rey Eduardo III es vencido durante una última batalla logrando escapar de la misma por fortuna, ello fue determinante para hacerlo firmar un edicto que promulgaba La Independencia de Escocia (1328), reconociendo a Robert como rey de Escocia, llamado Roberto I de Escocia. Apenas disfrutó de la Independencia de su país ya que falleció al año siguiente en el exilio debiendo escapar ante la inminente llegada de un flamante grueso de las tropas de Eduardo, y la falta de apoyos de los clanes de los clanes irlandeses, muy divididos por esa época. Hay que decir que también jugó en contra la Gran Hambruna (1315-1322), que aconteció debido a la sequía y consiguiente pérdidas de los cultivos, llegando a tal nivel de desesperación que la población llegó a recurrir al canibalismo más atroz. Los pueblos escoceses e irlandeses lo sufrieron más que la imperial Inglaterra, que contó con algo más de recursos…
Robert Bruce siempre aspiró a luchar en las Cruzadas en Tierra Santa, y en el lecho de su muerte en 1329 confió a su allegado más servil Sir James Douglas, que cuando falleciera llevara su corazón a ser enterrado en la tumba del Santo Sepulcro de Jerusalén. Douglas quiso cumplir la promesa y se embarcó junto a otros destacados caballeros para llevar a cabo la misión, llevando el corazón encerrado en un pequeño cofre de plata, que según dice la leyenda, lo llevaba colgado al cuello. Pero en ello mientras llegaba a Flandes, le llegaron noticias de que el Papa había otorgado la categoría de Cruzada la reconquista de la Península ibérica, por lo que decide unirse con el rey castellano Alfonso XI contra el Reino musulmán de Granada. Reunidos en Sevilla (1330), emprendieron rumbo a la localidad malagueña de Teba puesto que las tropas de Alfonso XI pretendía recuperar el llamado castillo de la Estrella. Pero la ofensiva terminó en tragedia y fue el fin de la aventura de Douglas, acabando muriendo en combate superado en número y rodeado por los musulmanes. La mayoría de sus hombres acabaron también muertos, y según uno de los testigos cuando se lanzó con arrojó al combate gritó: “¡Adelante corazón valiente, yo te seguiré o moriré!”.
Su bravura fue lo que dio pie al término de Braveheart (Corazón Valiente). El cuerpo de Douglas y el corazón de Robert fueron repatriados a Escocia para ser enterrados. El corazón de Robert fue enterrado en la abadía de Melrose. En el año 1818 cuando fue exhumado el cadáver de Robert, se comprobó que ciertamente se había sido despojado de su corazón.
Fotograma de la película en el que el actor Patrick McGoohan interpreta al monarca Eduardo I
Añadir que el rey Eduardo I de Inglaterra (reinado desde 1272-1307), conocido por el apodo de Piernas Largas, participó en la 9ª y última Cruzada contra los musulmanes a Tierra Santa (Jerusalén) en el año 1271. Todavía era príncipe y llegó tarde a la toma de Túnez anticipándose los franceses al mando del rey San Luis, porque debió atender primero a una revuelta en su propio reino.
Al llegar a Túnez los franceses ya se habían retirado puesto que una gran epidemia de pestilencia que asolaba la región comenzaron a enfermar tras haber desembarcado, acabando el mal con gran parte del ejército, y con el propio rey francés. Aún así Eduardo no desiste y continuó hacia Tierra Santa dirigiéndose a Acre (orillas de Israel), en ayuda de Bohemundo VI –Príncipe de Antioquía y Conde de Trípoli -, teniendo como aliados a los mongoles, para hacer frente a la amenaza de los egipcios mamelucos en Trípoli y reconquistar el Reino de Jerusalén. Tras un año de combate la situación estaba en tablas (1272), y se acordó una tregua por 10 años. Pero el sultán no fiándose de la tregua intuyendo que en un futuro volviera con un ejército mayor en una nueva Cruzada, le preparó una emboscada, asestándole un combatiente a Eduardo I una puñalada con una daga envenenada. Aunque la herida no fue mortal y tras varios meses enfermo regresó a Inglaterra.
Tras haber concluido la tregua y aunque el rey Eduardo I trató de convocar una nueva Cruzada esta no llegó. Y trajo consigo el fin de los Estados Cruzados, tras la caída de San Juan de Acre hacia 1291.
Tras haber concluido la tregua y aunque el rey Eduardo I trató de convocar una nueva Cruzada esta no llegó. Y trajo consigo el fin de los Estados Cruzados, tras la caída de San Juan de Acre hacia 1291.
Entre otras imprecisiones históricas de la película Braveheart decir que el uso de pinturas de guerra llevaba siglos en desuso y que el kilt, o falda escocesa, es un invento nacionalista moderno. Cuando los escoceses se juntan hoy para celebrar su identidad nacional, la afirman abiertamente a través de un kilt, tejido en un tartán con los colores de su clan, y de una gaita. Este instrumento, al cual atribuyen gran antigüedad, es de hecho básicamente moderno como el kilt. Su uso se desarrolló mucho después de la unión con Inglaterra, como símbolo de protesta.
Otro personaje llevado al cine con bastante desatino fidedigno fue la historia del Zorro encarnado en el personaje real del mexicano Joaquin Murrieta Orozco (1829-53). Hijo de una influyente familia terrateniente, recién casado se muda a una hacienda en Sonora, pero tras la guerra de EEUU con México en 1848 y la anexión en capitulación del territorio de California a los EEUU, y poco después con la llegada de la Fiebre del Oro (1848), los mexicanos de estas tierras sin derechos, pasan a convertirse en extranjeros y van perdiendo abruptamente sus propiedades obligatoriamente cediéndolas a los nuevos colonos anglicanos llegados, que con su propia ley y la congratulación de un estado profundamente xenófobo, no dudan en cometer toda clase de atropellos desde violaciones en masa a las mujeres, y asesinatos crueles.
Joaquin Murrieta fue expulsado de su hacienda y su mujer violada repetidamente. Joaquin vuelve a la casa de su familia en México, pero pronto se decide por la venganza y asesina junto a sus hermanos a todos los implicados en el robo de su hacienda. Liderando una banda llamada Los cinco Joaquines (los cinco reclutados respondían todos al nombre de Joaquín), pasó a convertirse en bandolero, asaltante de haciendas, diligencias, y pequeños bancos. Todos los integrantes de la banda actuaban indistintamente en el nombre del zorro vistiendo por igual con la cara tapada, unos eran más hábiles con otros en el manejo de armas de fuego o armas blancas, y uno de ellos era el más culto y se dice que hablaba perfectamente inglés mezclándose entre ellos para poder luego trazar un plan y atacar los puntos débiles de su hacienda. Solían acabar con sus víctimas primero arrastrándolos con el lazo tirados a caballo, y luego normalmente termina colgándolos. Las leyendas urbanas que circularon por entonces corrieron el rumor que solamente atacaba a los gringos y hacendados terratenientes vendidos, lo cual le proporcionó el apoyo del populacho que lo escondían al igual que si fuera el mítico Robin Hood. Tal fue su calado que de este bandolero surgió la inspiración romántica de la figura de El Zorro, cuya vida fue novelada en un libro por el periodista John Rollin Ridge fue llevado a posteriori al cine desde 1919.
Aunque no hay consenso en la historia y existe mucha leyenda al respecto, y en realidad se cree que Murrieta era no más que un vil un asesino despiadado que dispara para robarle a cualquiera que tuviese suficiente dinero, y cómo los yanquis eran los más adinerados, pues preferiblemente solían resultar sus víctimas. Su temperamento era pura psicosis que se divertía con estos a los que remataba sin necesidad, por simple divertimiento. Parece que finalmente fue abatido por una banda de rangers al que el gobernador habían designado para capturar a este grupo de malhechores hacia 1853. Los llamados Rangers fueron destacamentos militares de EEUU especializados en la vigilancia -labor policial-, de un territorio en concreto. Especialmente dedicados en localizar y capturar a individuos o bandas, que actúan en sitios remotos. Según se cuenta antes de conseguir cazarlo previamente había matado a varios soldados, y cuando trataba de huir a México le cortaron el paso en algún trecho de Rio Grande, y lo cosieron a balazos quedando su cuerpo irreconocible.
Fotograma de la serie El Zorro protagonizada en 1957 por el actor Guy Williams.
Joaquin Murrieta fue expulsado de su hacienda y su mujer violada repetidamente. Joaquin vuelve a la casa de su familia en México, pero pronto se decide por la venganza y asesina junto a sus hermanos a todos los implicados en el robo de su hacienda. Liderando una banda llamada Los cinco Joaquines (los cinco reclutados respondían todos al nombre de Joaquín), pasó a convertirse en bandolero, asaltante de haciendas, diligencias, y pequeños bancos. Todos los integrantes de la banda actuaban indistintamente en el nombre del zorro vistiendo por igual con la cara tapada, unos eran más hábiles con otros en el manejo de armas de fuego o armas blancas, y uno de ellos era el más culto y se dice que hablaba perfectamente inglés mezclándose entre ellos para poder luego trazar un plan y atacar los puntos débiles de su hacienda. Solían acabar con sus víctimas primero arrastrándolos con el lazo tirados a caballo, y luego normalmente termina colgándolos. Las leyendas urbanas que circularon por entonces corrieron el rumor que solamente atacaba a los gringos y hacendados terratenientes vendidos, lo cual le proporcionó el apoyo del populacho que lo escondían al igual que si fuera el mítico Robin Hood. Tal fue su calado que de este bandolero surgió la inspiración romántica de la figura de El Zorro, cuya vida fue novelada en un libro por el periodista John Rollin Ridge fue llevado a posteriori al cine desde 1919.
Aunque no hay consenso en la historia y existe mucha leyenda al respecto, y en realidad se cree que Murrieta era no más que un vil un asesino despiadado que dispara para robarle a cualquiera que tuviese suficiente dinero, y cómo los yanquis eran los más adinerados, pues preferiblemente solían resultar sus víctimas. Su temperamento era pura psicosis que se divertía con estos a los que remataba sin necesidad, por simple divertimiento. Parece que finalmente fue abatido por una banda de rangers al que el gobernador habían designado para capturar a este grupo de malhechores hacia 1853. Los llamados Rangers fueron destacamentos militares de EEUU especializados en la vigilancia -labor policial-, de un territorio en concreto. Especialmente dedicados en localizar y capturar a individuos o bandas, que actúan en sitios remotos. Según se cuenta antes de conseguir cazarlo previamente había matado a varios soldados, y cuando trataba de huir a México le cortaron el paso en algún trecho de Rio Grande, y lo cosieron a balazos quedando su cuerpo irreconocible.
Antonio Banderas encarnando a El Zorro en la película La Máscara del Zorro, de 1998.
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