martes, 7 de abril de 2020

Memoria histórica sobre las matanzas en la Sima de Jinamar

La Sima de Jinámar, un tubo volcánico con una profundidad aproximada de 80 m, ha sido testigo mudo de trágicos sucesos históricos.


El más antiguo que se conoce ocurre hacia mediados del siglo XIV, cuando el papa Clemente VI encomienda una bula papal para la cristianización del Archipiélago canario que entonces se conoce por el nombre de Archipiélago de las Afortunadas (se creía que lo comprendía entre 12 ó 13 islas), por ello autoriza un asentamiento primario en Gando (fundado en 1351 por frailes mallorquines), obteniendo el título de Obispado de las Islas Afortunadas, siendo el primer obispado oficial de Canarias. Por ello, el municipio de Telde porta el báculo episcopal, incluyendo una leyenda en latín en recuerdo al hecho histórico. Aunque el obispado cayó a finales del siglo XIV alzándose los canarios por causas desconocidas hacia el año 1393, en el llamado Martirio de los 13 hermanos, en los cuales fueron asesinados los monjes arrojándolos desde la sima de la montaña de Jinámar. 
Aunque sin duda el más conocido, seguramente porque es mucho más cercano en el tiempo, corresponde a los momentos vividos en Canarias con la represión franquista, y que fue lugar desde donde se arrojaron probablemente a más de 100 víctimas que no eran afines al régimen efectuadas por las llamadas Brigadas del Amanecer. Esta formación falangista comenzó a actuar tras el alzamiento militar de 1936 actuando en horas intempestivas, arrestando principalmente a opositores republicanos efectuando ejecuciones masivas. Los reos eran llevados después de ser torturados y muchos acabar muertos, a la sima de Jinámar donde antes de arrojarlos al vacío les pegaban un tiro en la cabeza, aunque algunos fueron lanzados vivos. Aunque hubo otros lugares de la  orografía de Gran Canaria que se convirtieron en improvisadas fosas comunes como por ejemplo lo fueron diversos pozos de Arucas y Tenoya.


1 comentario:

Unknown dijo...

esta muy interesante