La isla de Gran Canaria estuvo en la era anterior a la Conquista (Pre-hispánica), dividida contabilizados hasta en 10 reinos, aunque para fechas de la llegada hispánica quedó equilibrada derivando en dos grandes Guanartematos (Reinos): Uno en Gáldar situado en el norte de la isla, y el otro al sur llamado reino de Telde. Grandes guerreros aborígenes de esta tierra destacaron e hicieron historia durante el periplo de la conquista como:
· ARTEMIS SEMIDÁN
Rey (guanarteme) de toda Gran Canaria a la llegada de los primeros castellanos. Se especula que es antecesor al menos de tres generaciones, del último rey de Gran canaria Thenesor Semidán.
Estatua del guanarteme situada en la rotonda del Becerril, en la entrada de Gáldar en el Paseo de los guanartemes, obra del artista aldeano Roberto Rodríguez Ojeda en el 2008.
Fue hijo de Gumidafe (1373-1403), jefe del cantón de Agáldar cual se convierte en monarca absoluto de la isla sometiendo a los otros 12 gayres o jefes, de los otros distritos independientes (cantones), y que según se cuenta estuvo casado con Andamana (Attidamana), perteneciente a la nobleza de las mujeres místicas, una harimagua, a las que se atribuían poseer dotes adivinatorias y poderes sanatorios.
Artemis fue un buen estratega y comandante, e impidió los primeros ataques de las tropas de Gadifer Le Salle, socio de Bethencourt, hacia finales del año 1404, en la playa sureña de Arguineguín, de la que casi no logran contarlo ninguno de los conquistadores. Trató en varias incursiones más, sorprender a Artemi, pero fueron repelidos contundentemente. Atacó entonces por la costa de Telde, pero tampoco tuvieron suerte y tuvieron que desistir en la conquista.
Meses después, en el año 1405, lo intentó con mayor número de tropas y bien pertrechadas, por la misma cala de Arguineguín, el normando Jean de Bethencourt. El contingente castellano llegó con 4 naves desembarcando durante la noche para actuar aprovechando la ventaja sorpresa, aunque a pesar de haber actuado en el más absoluto sigilo, acabaron siendo rodeados por las huestes canarias, que atacando al amanecer, infringieron una sangrienta derrota teniendo que huir partiendo a la desesperada.
Bethencourt, reponiendo las fuerzas, insiste varias veces en sucesivos días atacando por el mismo lugar, donde se dice que perdió a uno de sus hijos. Pero es repelido una y otra vez cayendo en emboscadas, hasta que tuvo que desistir. Solo le satisface al ver muerto en la orilla a su odiado enemigo, el líder guanarteme. De esta batalla se dice que toma el nombre Canaria con el apelativo delante que Bethencourt honró, de Grande: Gran Canaria.
Artemi Semidán murió en el combate de la dura refriega, se cree que aproximadamente cuando contaba con 30 años. Los datos genealógicos aborígenes canarios son contradictorios. De su matrimonio algunos textos relatan que tuvieron un único hijo llamado Asemidán, pero en otros textos se alude a un tal Taghoter, que a su vez tuvo dos hijos varones llamados Guanache o Guayasén Semidán, que reinó en Gáldar, y Bentaguaire Semidán, que lo hizo en Telde.
· ADARGOMA
Apodado «el de espaldas anchas, o de Risco». Fue un Guayre (Jefe guerrero de la nobleza, cual se ganó a pulso por su valentía y fuerza), del guanartemato (reino) de Gáldar. Participó al lado de otros nobles guerreros aborígenes tanto suyos como del reino de Telde, en la Batalla del Guiniguada (1478), asaltando el recinto fortificado del Real de las Tres Palmas. El primer asentamiento que Juan Rejón funda en una planicie cubierta de palmeras al lado del barranco Guiniguada, donde hubo un riachuelo perenne de aguas claras. La ciudad fortaleza se construyó usando la madera de las palmeras. Entre los canarios presentes en la gran batalla estuvieron Tazarte, Doramas, Bentaguayre, Maninidra, y el propio Thenesor.
Adargoma fue capturado al caer herido en el muslo, mientras luchaba rodeado de enemigos como un verdadero poseso, por una estocada de lanza efectuada desde caballo. Su hercúlea fuerza, y coraje lo convertían en un "demonio", según los españoles. Se cuenta que quien clavó la determinante lanza, fue el propio Juan Rejón, que casi cae del caballo al Adargoma lograr arrear un bestial garrotazo a una de las patas del animal, estando a punto de derribarlo. Rejón fue salvado ‘in extremis’ por el alférez mayor Alonso Sotomayor que acudió en su ayuda antes de que acabara rodeado.
A posteriori, Adargoma fue llevado prisionero a Sevilla donde es vendido como esclavo a un arzobispo, recuperado, y debido a su proverbial fuerza, se dice que fue empleado para singulares duelos a lo largo de la Península ibérica.
Existe una escultura realizada por Manolo González Muñoz que se puede contemplar en la Plaza Sta. Isabel de Hungría con la representación del bravo Adargoma, blandiendo un garrote con el que se dice era imbatible.
· MANINIDRA
Se desconoce su fecha de nacimiento, así como oficialmente su muerte, aunque se especula que fuera en el 1500 en la costa norteafricana (entre Marruecos y Libia). Fue un importante guayre (capitán) del reino de Telde, que destacó en las batallas contra los conquistadores europeos, entregándose a los castellanos -según algunas versiones-, tras el acuerdo de Catalayud de 1481.
Su nombre se cree que significa «esplendor de la estirpe», y perteneció a la nobleza pariente de Thenesor Semidán, guanarteme de Gáldar. Su lugar de residencia estuvo en las cuevas de Tufia, y tuvo diversos enfrentamientos con Doramas, cual cortejaba a una de sus hermanas.
Maninidra participó hacia 1457 ó 1459 en el encuentro que tuvo el conquistador Diego García de Herrera, convertido en Señor de Canarias, con los respectivos guanartemes de Gáldar y Telde. La reunión fue para solicitar permiso el conquistador de establecer en la costa de Gando una pequeña colonia, a lo que se autorizó, pero que luego se convirtió en un fuerte con una torre defensiva. En esos mismos años combatió al mando de un contingente aborigen contra españoles y portugueses, superando la defensa de la Torre de Gando, y acabando por arrasarla destruyéndola. Algunos cronistas sostienen que los ataques a las fortalezas fueron más a posteriori que las fechas de consenso general: Uno ocurrido entre los años 1465 contra los castellanos de Diego Herrera, y el otro en 1474 a la siguiente fortaleza erigida por Diego Da Silva en un nuevo ataque años después de su intento por Gáldar, establecida en zona más interior de Telde.
También asistió en 1461 al encuentro y pacto en la Bahía de las Isletas, entre los guanartemes y Diego G. Herrera, formalizándose una alianza conjunta contra las amenazas de conquista europeas.
Luchó heroicamente en la llamada Batalla de Argüineguín de 1478, retirándose al darse por perdida la contienda. En 1481 se rinde junto a varios guayres principales del reino de Telde, ante las tropas de Pedro de Vera (Se especula si entre ellos estaba el guanarteme Thenesor).
Maninidra fue bautizado al cristianismo (algunas fuentes aluden que el lugar fue en Lanzarote, tras un periplo en el que casi acaba siendo vendido como esclavo), y acabó uniéndose a Tenesor Semidán convertido en Fernando Guanarteme, enrolándose en las tropas castellanas como capitán de los canarios que llevaron primero la conquista de La Palma, entre 1491-2, y luego la de Tenerife entre 1494-6, participando en sus principales batallas: La Matanza de Acentejo (1495), La Batalla de La Laguna (1495), y La Victoria de Acentejo (1495).
Según las crónicas, una vez terminó la conquista en 1496 recibió como premio tierras en Tenerife, y una importante suma económica. Aunque otras fuentes aluden a que ahí no acabaron sus aventuras, y se enroló en el año 1500 junto al entonces Adelantado de Canarias, Alonso Fernández Lugo, rumbo a las costas norteafricanas a propuesta de los Reyes Católicos a establecer unos refugios seguro, fortalezas defensivas que sirvieran de bases, harto de los constantes ataques piratas berberiscos. Se cree que en costa marroquí, en Ifni, en la desembocadura de un río, construyeron una torre llamada de San Miguel de Saca, pero al poco, acabaron sitiados por los musulmanes, y que durante el transcurso de la batalla murió Maninidra junto a un número indeterminado de cristianos, muchos de los cuales fueron canarios.
NOTA: Personalmente no me creo que debiendo tener más de 50 años de la época (yo creo que tendría sobre los 60 años), se embarcara en semejante aventura.
Maninidra, según las crónicas constatan, estuvo casado con la canaria de nombre cristiano Ana de León, fruto de la relación al menos tuvieron dos hijas: Inés de Maninidra, y Costancia Ferrández.
· BENTAGUAYA
Guaire capitán del reino de Gáldar, que logró engañar al adelantado Pedro de Vera fingiendo rendirse y cristianizándose, pero que en realidad su pretensión era estudiar en general los puntos débiles de La Plaza Real de Las Palmas, así como de las fuerzas que disponían los españoles y sus planes futuros de ataque. Una vez creyó tener la información necesaria para atacar las defensas de la ciudad, huyó reuniendo a sus hombres consiguiendo casi tomarla, volviendo a intentarlo sitiándola en repetidas ocasiones pero sin éxito, finalmente cayó abatido en una de las batallas.
· DORAMAS (D-UHRAW-QWAS):
Se cree que naciera hacia 1440/50, y por las diferentes crónicas todas coinciden en que en origen perteneció a una casta pobre, de origen trasquilado, es decir un plebeyo dentro de la jerarquía canaria y probablemente era pastor, puesto que era usual llevar el pelo corto los que pertenecían a la plebe, aunque tras ‘rifi- rafe’ con los suyos, es decir, por sus dotes innatas para la lucha, más sus actos heroicos en combate sería proclamado noble ascendiendo a guayre de guerra, capitán, cuando hubo que rejuntar fuerzas contra los invasores llegaron en gran número en La conquista realenga en 1478. Se cree que procedía del distrito de San Mateo o Utiaca, que regentaba el guayre Nenedán.
Su nombre, de procedencia berebere, significa «él es ancho de nariz». Físicamente era de complexión muy fuerte, y solía portar una enorme espada de madera junto a un escudo hecho de drago.
Se dice que manejaba diestramente una espada de palo tostado con una sola mano, que ningún soldado español podía sostener ni con las dos manos. Por lo que era muy difícil acercársele en la lucha cuerpo a cuerpo, siendo prácticamente imbatible.
Siempre estuvo muy ligado al guanartemato de Telde y participó en la destrucción junto con el gayre Maninidra Semidán, de la segunda torre de Gando de Diego de Herrera. Con Maninidra tuvo un incidente puesto que no veía con buenos ojos su relación con una pariente suya, probablemente su hermana Abenahoara, debido principalmente a la diferencia de linaje. La leyenda dice que lleva a la chica al Roque de Gando, que se halla situado a unos 30 m frente a la costa, al noroeste de la península de Gando (frente al poblado de Tufia), para apartarla de Doramas. Pero que fue inútil, puesto que durante la noche cruzaba a nado la distancia que separa el peñón de la costa, al encuentro de su amada. También se recoge en la crónica de Sedeño que es vencido en lucha con el poderosos gayre de Arguinegüín, Bentaguayre, que conocedor de su leyenda de invicto en la lucha cuerpo a cuerpo además del supuesto robo de ganado, lo desafía en un lugar apartado a solas, y logra inmovilizarlo en tierra haciendo morder el polvo por primera vez al bravo Doramas.
A la muerte de su Guanarteme Bentagoyhe, Doramas durante el vacío de poder, se hace en principio cargo del mando de Telde. Doramas fue muy popular entre los suyos por su arrojo y valentía, participando en numerosas emboscadas y guerrillas contra los invasores en principio de Diego de Herrera, y más tarde contra Juan Rejón, que parecían de número ilimitado, enfrentándose a éstos con arrojo suicida, cuerpo a cuerpo, derribando a los que le salían a su paso. Ello llevó al guanarteme (rey) de Gáldar, Egonaiga, a concederle el cargo de capitán, declarándolo noble, entregándole tierras y vivienda en el bosque de los Tilos de Moya en donde se halla el enclave de la conocida Montaña Doramas.
El 20 de agosto de 1481, en la llamada Batalla de Arucas, llegó a poner en serios apuros al capitán Pedro de Vera y Mendoza. Pero finalmente Doramas cayó mortalmente herido por una lanza. Algunos historiadores afirman que lo atacaron por la espalda a caballo hiriéndolo, y con el despiste finalmente lograron atravesarle mortalmente el pecho con una lanza.
El gobernador mandó a que le cortaran la cabeza clavándola después en una pica a modo de escarmiento, tal como mandaba la tradición de la época. Se congregó una multitud entre cristianos y canarios, a acompañar su funeral siendo enterrado en la Montaña de Arucas, lugar en la que colocaran una cruz que continúo conservándose en el siglo XVII. Su famosa espada de enorme peso, causaba admiración. La muerte de Doramas como líder que era contribuiría anímicamente a un clima desmoralizador entre los canarios, quedando la resistencia isleña cada vez más sitiada. Como anecdótico una escultura del caudillo creada por el escultor Abrahán Cárdenas, desapareció misteriosamente del Parque Hermanos Millares en la ciudad de Las Palmas, donde estuvo expuesta. Medía unos 2 metros, y pesaba casi media tonelada.
· TENESOR SEMIDÁN (FERNANDO GUANARTEME):
Tenesor se baraja que naciera en 1447, y murió en Tenerife en 1496. Su padre se dice que fue Tagotrer Semidán, hermano de Egonayga (El Bueno), que fue rey de Gáldar, y su madre Atendiura. Se casó con Abenchara, cual fue bautizada al cristianismo como Juana o Ana Fernández. Se cree que tuvieron al menos 3 hijas: Margarita, Catalina, y Ana. La familia Díaz de Aguilar son familiares descendientes directos del linaje Guanarteme.
En la captura de Tenesor Semidán (Guadartheme de Gáldar), intervinieron conjuntamente el adelantado y capitán general, Alonso Fernández de Lugo, y Fernán Peraza ‘El Joven’ (dueño de la isla de La Gomera y de El Hierro, casado con Beatriz de Bobadilla), entre los años 1481-2 (No existe un consenso claro entre los investigadores, y por ello existen imprecisiones en las fechas), lo que supuso prácticamente el punto y final a la larga Conquista de Gran Canaria (1478-83), y evitó más su estancamiento.
Escultura en honor al guanarteme en la plaza de heradamientos en Gáldar, situada en la calle Tenesor Semidán. La escultura fue realizada por el escultor Juan Borges Linares, y lleva en conjunto una placa de con la leyenda de inauguración que dice: "S.M. El rey de España, D. Juan Carlos I asumió la presidencia de honor del homenaje a Tenesor Semidán, último rey de Canaria, Real Ciudad de Santiago de los Caballeros de Gáldar, el 24 de julio de 1986".
Tenesor fue consciente de la desigual fuerza entre su pueblo y Castilla-León, e influyó sin duda que su esposa Abenchara, que se hallaba embarazada, fuera apresada por soldados del fuerte que el capitán Alonso Fernández de Lugo había levantado en Agaete, optando por rendirse y entregarse para negociar. Trasladado a la Corte ubicada en Córdoba a principios de 1483, se reencontró con su esposa secuestrada Abenchara, aceptando ambos acogerse al cristianismo. El bautismo en 1483 por el arzobispo de Toledo, Pedro González de Mendoza, fue realizado en presencia de los Reyes Católicos en la ciudad del recién rendido Califato de Granada, en el Alcázar de Córdoba, cristianizando su nombre por Fernando Guanarteme, desde donde se pactó la anexión de Canarias a la Corona Castellana-aragonesa en el llamado Tratado de Córdoba. Cuentan las crónicas que Fernando de Aragón ofrece a Tenesor "un trato de igual a igual", y en señal de cortesía “ropa de grana y seda”, como las de otro rey más. Los acuerdos convencieron a Fernando Guanarteme que con ellos se evitaba que su pueblo fuera masacrado, garantizaba acuerdos comerciales ventajosos, y un régimen fiscal específico por la condición de lejanía de Canarias, limitar la esclavitud, libertad de circulación de los isleños de Gran Canaria, así como capitulaciones con el reparto de tierras a los canarios no alzados. Aunque el acuerdo quedó en suspenso hasta 1485 por la oposición del gobernador militar Pedro de Vera, que finalmente acabó por ceder a Fernando Guanarteme el territorio de Guayedra, al oeste de la isla junto a la actual villa y puerto de Agaete, que quedó como espacio de jurisdicción propia, junto a la devolución de una cantidad importante de dinero sustraído.
Como fiel aliado de Pedro de Vera no sólo intervenía en las negociaciones como mediador para que los isleños sucumbieran a la rendición, además se cuenta que les mostró senderos secretos a los invasores cuales sino lograban sorprender a los rebeldes, se llevaban los víveres y mataban al ganado para debilitarlos. Por estos hechos algunos lo consideran en la historia de canarias como un traidor, y otros lo valoran como negociador, salvador de muchas vidas poniendo fin a la guerra.
Escultura homenaje en la Plaza de las Islas Canarias en Calatayud (Zaragoza), con la siguiente leyenda que lo circunda: "Calatayud 1483. Firma del Pacto de la Unificación de Gran Canaria a España por los Reyes Católicos y Monarca canario Fernando de Guanarteme. Versión histórica por Domingo Navarro Navarro".
NOTA: Domingo Navarro Navarro fue un periodista que publica en 1959 un articulo en el diario Falange, que alude este pacto a tenor del descubrimiento de la carta de Calatayud enviada a los Reyes Católicos, aunque existen al respecto muchas dudas sobre la autoría de la misma.
La otra versión sobre el acuerdo asevera que Tenesor fue capturado en mayo de 1481, y enviado a Castilla desde Sevilla. Convencido de que las fuerzas castellanas-leonesas eran muy superiores, y atisbando infranqueables para su pueblo, decide acogerse a la fe cristiana bautizándose en la catedral de Toledo con el nombre de Fernando Guanarteme. Pacta posteriormente con el rey de Aragón Fernando II el 30 de mayo de 1481, en ciudad capital del Reino de Aragón, el llamado Pacto de Calatayud. Un pacto que respetaba el carácter de Reino de Canarias así las estructuras políticas y sociales -es decir, manteniendo los títulos nobiliarios de los canarios-, y que se garantizase la libertad para todos los canarios rendidos, así como poder moverse libremente por el territorio.
Se cita que el pacto fue llevado en julio de 1496 por Fernando Guanarteme al Tagoror de Tenerife, y presentado ante todos los menceyes reunidos en los Realejos, acogiéndose al acuerdo y acabando firmando la paz los menceyatos que continuaban en guerra contra los conquistadores, llamado Pacto de los Realejos. A posteriori el pacto fue llevado al Tagoror de Benahuare (La Palma), última isla por conquistar.
En esta otra versión no existe registro escrito en el Archivo General de Simancas, pero si existe una placa testimonial que recoge el pacto en la ciudad de Calatayud (en Zaragoza), junto a una carta enviada a los Reyes Católicos. Pero muchos detractores creen que Thenesor Semidán (Fernando), no fue quien participara en este acuerdo, sino otros importantes guayres pertenecientes al reino de Telde.
A ello cabe destacar la obra sobre Gran Canaria publicada en 1947, el llamado Libro Rojo de Gran Canaria, o, Gran libro de provisiones y reales cédulas, consistente en un tratado de las copias originales de las cédulas y cartas, en que los Reyes Católicos, la Reina Juana y los príncipes y reyes Carlos y Felipe atendieron las singularidades del archipiélago, recriminaron a gobernadores clero y ricos de la época, por sus actitudes soberbias y mezquinas, contrarias al interés insular y de la Corona.
En Córdoba es donde se sella con la palabra el acuerdo la paz entre Castilla y Canarias. Debido al Tratado o Pacto, se exalta a la figura de Fernando Guanarteme como responsable de las exenciones fiscales del archipiélago canario, y que llegado el descubrimiento de América adquirieron mayor importancia como puente, justificando las exenciones y franquicias, que se prueba en una carta real fechada el 20 de enero de 1487, reinando en España Fernando II de Aragón, en donde se dice “primero por veinte años y luego para siempre jamás”, entregada en Burgos el 24 de diciembre de 1507.
Las cédulas reales excluían a las islas el pago de impuestos en sectores como el comercio o ganadería. La citada fiscalidad se recoge en las tercias reales. También se emitieron cédulas en los años 1505, 1515, 1528, 1565, 1617, 1626, 1643, 1664, 1686 y 1708.
El Cabildo de las islas se establece en 1528, y por ese entonces los cabildos son los gobiernos de las islas con un techo competencial altísimo.
· BENTEJUI:
Después de que Tenesor fuese hecho preso quedó como último caudillo fuerte de la isla su joven sobrino Bentejui (n.1460-m. 1483). Debido a su minoría de edad quedó regentado Telde por el consejo de faycanes, destacando como líder Tasarte.
Destacó en La Batalla de San Bartolomé (1479), asestando un golpe importante a los colonizadores españoles, librándose en los altos de los Tirajanas, cuando, en su retirada, las tropas que mandaban el obispo Juan de Frías y el capitán, antiguo pirata-corsario, Pedro Hernández Cabrón, fueron sorprendidas a la altura de Risco Blanco donde antes habían destruido el "templo aborigen" que allí existía, lo que provocó la fulminante e inmediata reacción por parte de los grancanarios, que obtuvieron así una gran victoria, donde por cierto el capitán Cabrón perdió parte de su dentadura y con la cara torcida de una brutal pedrada.
El padre de Bentejui fue el guanarteme Bentagoyhe, rey de Telde, se especula que murió hacia 1475/6. Durante los últimos tiempos, siendo superados tanto militarmente como en número, se vieron abocados a retirarse hacia el último reducto y considerada una las mayores fortalezas naturales del centro de la isla, en donde desde allí emplean tácticas de guerrilla consiguiendo sendos triunfos en zonas de cumbre como Artenara, y sur-oeste de la isla entre Tasarte y Tasartico, dentro del municipio de la Aldea de San Nicolás. Los asediados marchan a Ansite en las Tirajanas. Bentejuí se había hecho fuerte en la laberíntica e inexpugnable Sierra de Bentayga y las llamadas Cuevas del Rey a unos 1.400 m de altitud en el municipio de Tejeda.
En el año 1483 Thenesor se reuniría en Ansíte en el Bco de Tirajana, llamada La Fortaleza, con Bentejuí -cual estaba profundamente decepcionado sabiendo perdida la lucha por la isla-, tratando de convencerlo igualmente para que se rindiera y evitara más muertes inútiles. Tenesor actuando como diplomático a favor de los invasores, había subido acompañado de Pedro de Vera por la Aldea de San Nicolás a través del Barranco de Tejeda, llegados desde un embutido y denso bosque del corazón isleño, quedando abajo las tropas. Reunidos con Bentejuí se encontraban contando con sus apoyos: El faycan de Telde, Tasarte, así como la princesa galdense Guayarmina Semidán (hermana de Tenesor).
Thenesor logra convencer a la princesa, que baja y se entrega. Bentejuí, como Guanarteme, dice la leyenda que dice a su tío: “Déjanos morir con honra. Canarias existe. Mírala en píe sobre estos roques”. Después de ello, el faycan Tazarte, junto a dos mujeres canarias de la nobleza y Bentejuí, siguiendo el ritual canario se suicidan al unísono, arrojándose al vacío por el barranco que llevaría el nombre del grito: "¡ATIS TIRMA!" (Se especula que podría interpretarse como: ¡Canarias Libre!).
Monumento conjunto escultórico titulado ATIS TIRMA situado en el parque Doramas, obra del escultor Manuel Bethencourt Santana (1931-2012), e instalada en 1981. Representa a Bentejuí y Tasarte saltando desde el Roque de Ansite. En una placa colocada en el pie del basamento dice: "Cuando el valeroso canario Tasarte observó que la mayor parte de los suyos seguía el dictamen de un cobarde... arrebatado de dolor y de frenesí corrió al borde del célebre risco Tirma y clamando ¡Atis Tirma!, se precipitó al mar". Viera y Clavijo.
Dándose por concluida la conquista de Gran Canaria el 29 de abril de 1483. (Aunque otros historiadores discrepan, señalando el fin de suspensión de hostilidades de los canarios en abril de 1484).
Por su gran dedicación Fernando Guanarteme (Tenesor Semidán), fue recompensado con posesiones de tierras -destinándolas a plantaciones de la caña de azúcar que su puso muy en boga-, junto a diversos títulos nobiliarios. Continuó su tributo de colaboración una vez dominada Gran Canaria intentando la conciliación con los Menceyes de Tenerife, cual finalmente tuvo que ser sometida por las armas. También se atribuye que participara junto a otros canarios en la Conquista de Granada (1492). Se especula que murió casi al término de la Conquista de Tenerife (1494-1496), y que la causa pudiera ser bien de enfermedad, o tal vez por envenenamiento.
Realizó viajes a la Península en 1483, 1484 y 1486. En 1497 tenía pronosticado volver a entrevistarse con los Reyes Católicos del reparto del poder entre las islas, pero la muerte lo sorprendió un año antes.
A su muerte fue enterrado y trasladado desde una ermita vieja llamada de la Concepción, a la ermita de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife). Dejó varias hijas en Gáldar. Precisamente hace décadas desde el municipio se ha intentado llevar sus restos bajo la lápida, o lo que quedara aunque sólo fuera tierra, ya que la ermita fue remodelada en varias ocasiones en el transcurso de los siglos, pero no ha habido respuesta por parte del Obispado de la Diócesis de este municipio tinerfeño. El municipio de Gáldar le otorgó hacia el 2008 el título póstumo de Hijo predilecto.
La princesa Guayarmina posteriormente se casaría con el caballero Hernando de Guzmán.
Conviene recordar que los Reyes Católicos tenían como prioridad la Conquista de Granada. Tras llegar a un acuerdo, la Conquista del resto de las islas, de Tenerife y La Palma, se subcontrata a señores que emplean sus recursos a cambio de poderes e influencia. Desde la Península se intenta que se haga controlando las formas, pero en la práctica, debido a la lejanía, es casi una utopía.
Agregar que la superioridad de los españoles fue aplastante, a las armaduras, las armas de fuego, en principio unos primitivos arcabuces, el uso de cañones, y en general el uso de la pólvora, se añadieron el uso del caballo, desencadenando un papel trascendental de sorpresa y completo asombro en el mundo indígena. También jugaría un papel importante el uso de jaurías de perros asesinos acorazados, para protegerlos de los embistes con lanzas y piedras. Perros de presa de gran envergadura como los alanos, mastines, lebreles, galgos, y otros poderosos sabuesos, que iban acorazados y perfectamente adiestrados para matar. En Canarias parece que su uso no fue tan frecuente y extendido como en la isla de Tenerife y La Palma, por el adelantado Pedro Fernández de Lugo. Los perros autóctonos canarios se mestizaron con los foráneos a tal punto que casi se extinguen razas puras como por ejemplo la del Garafiano.
Agregar que la superioridad de los españoles fue aplastante, a las armaduras, las armas de fuego, en principio unos primitivos arcabuces, el uso de cañones, y en general el uso de la pólvora, se añadieron el uso del caballo, desencadenando un papel trascendental de sorpresa y completo asombro en el mundo indígena. También jugaría un papel importante el uso de jaurías de perros asesinos acorazados, para protegerlos de los embistes con lanzas y piedras. Perros de presa de gran envergadura como los alanos, mastines, lebreles, galgos, y otros poderosos sabuesos, que iban acorazados y perfectamente adiestrados para matar. En Canarias parece que su uso no fue tan frecuente y extendido como en la isla de Tenerife y La Palma, por el adelantado Pedro Fernández de Lugo. Los perros autóctonos canarios se mestizaron con los foráneos a tal punto que casi se extinguen razas puras como por ejemplo la del Garafiano.
El uso del perro como arma contundente fue muy empleado en la conquista americana llevado por los adelantados. Grandes perros que no eran rivales para los que tenían los nativos que eran de un tamaño pequeño, como los perros de pradera, así como otras razas de las mismas características, que ni siquiera ladraban. Se relatan hechos terribles de llegar a alimentarse los perros de comunas de indígenas diezmando a familias enteras. Así mismo como ocurriría casi por la misma época en las recién descubiertas Indias, la llegada de nuevas enfermedades traídas involuntariamente por los españoles, de las cuales los indígenas su sistema inmune carecía de defensas, ayudaron a acelerar el proceso de conquista. Famoso fue el llamado Becerrillo, un vigoroso alano español de potente envergadura posiblemente descendiente de los perros presas traídos por los godos. De carácter fiel hacia los conquistadores contribuyó en las contiendas contra los aborígenes infligiendo gran cantidad de daño a las tribus naturales, y acabando muriendo en una refriega en la isla de Puerto Rico hacia el año 1514 derribado con flechas envenenadas. Pero la historia de estos perros fieros que iban en 1ª fila como legionarios no acabó con él, y se cuenta que lo sucedió su hijo Leoncico propiedad del mismísimo adelantado Vasco Núñez de Balboa, personaje que atravesó el istmo de Panamá y descubrió el Océano Pacífico, bautizado por aquel entonces por el nombre del «Mar del Sur».
2 comentarios:
Hola Pedro. Llevo días revolviendo cielo y tierra para dar con la autoría de un dibujo y, resulta que me tropiezo contigo.
Es el dibujo que aparece en el apartado "Bentejuí" de tu trabajop: "Guerreros aborígenes destacados de Gran Canaria", de 23 de abril de 2020.
Yo, lo atribuía a Hernández Cabrón y el Faycán de Telde en la Batalla de San Bartolomé, pero un amigo "ve" al Teide de fondo.
Me gustaría saber tu opinión y, te agradecerñia enormemente si me puedes enviar el original, si lo tienes, o de dónde lo sacaste, pués lo necesito sin pixelar y con buena resolución.
Tengo un Blog, que se llama: elmianodemaspalomas.blogspot.com y, mi perfil de Facebook es: Pedro José Franco López.
Un saludo y, felicidades por tu Blog.
Buenos días Sr. Pedro, he tratado de contactar con usted buscando su correo para responderle, pero infructuosamente. La ilustración en cuestión la tomé del "Aniversario 534 de la Batalla de San Bartolomé de Tirajana", de la web El Canario.net.
A su vez la tomó de un artículo del conocido periodista y divulgador Antonio Cruz Domínguez para el periódico de La Provincia, aunque la ilustración en sí, según el artículo del Canario.net pertenece a la novela "Sangre de Tamaránt" de José M. Álamo Corrales.
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