Julio César acabó muerto en conjura en el propio Senado recibiendo hasta 23 puñaladas. Fue un líder de innato magnetismo y brillante orador. Se depilaba frecuentemente y acomplejado por su calvicie, se dice que para disimularla en público siempre llevaba la icónica corona de laurel. Muy mujeriego aunque presuntamente era bisexual, y de ello se testimonia con el apelativo de que se hacía llamar "La Reina de Bitinia (región al Norte de Turquía)", y en otro pasaje se añade: El hombre de todas las mujeres, y la mujer de todos los hombres". El historiador romano Suetonio narra cuando Julio César llegara triunfante a Roma tras las Guerras de Galia: "Ciudadanos, vigilad a vuestras mujeres: Traemos a un adúltero calvo. Has fornicado en Galia con el oro que tomaste prestado en Roma.".
Julio César (53 a. C. – 44 a. C.), fue procónsul, y figura máxima del estado durante la República. Pugnó en guerra civil contra Cneo Pompeyo (49 a. C.- 45 a. C.) por el liderazgo de Roma, derrotándolo.
En el pasado Julio Cesar (n.100 a. C.- m.44 a. C.), compartió buena camarería con los cónsules Pompeyo y Craso, quienes le ayudaron económicamente para emprender su carrera política. De hecho, con Pompeyo y Craso se sucede la revuelta más famosa de esclavos hacia el año 73 a. C., y que fue llevada al cine con enorme éxito, y de la que fue protagonista el líder esclavo Espartaco (n.111 a. C- m. 71 a. C.), cual oriundo de Tracia (Bulgaria), fue esclavizado después de ser apresado tiempo después de haber desertado como soldado de las tropas auxiliares romanas. Destinado junto a su hermano en principio a la dura vida de una cantera de yeso, su suerte cambia al poco debido a que destacaba por su fortaleza física, por lo que se decide su traslado a una escuela de gladiadores.
Julio César (53 a. C. – 44 a. C.), fue procónsul, y figura máxima del estado durante la República. Pugnó en guerra civil contra Cneo Pompeyo (49 a. C.- 45 a. C.) por el liderazgo de Roma, derrotándolo.
En el pasado Julio Cesar (n.100 a. C.- m.44 a. C.), compartió buena camarería con los cónsules Pompeyo y Craso, quienes le ayudaron económicamente para emprender su carrera política. De hecho, con Pompeyo y Craso se sucede la revuelta más famosa de esclavos hacia el año 73 a. C., y que fue llevada al cine con enorme éxito, y de la que fue protagonista el líder esclavo Espartaco (n.111 a. C- m. 71 a. C.), cual oriundo de Tracia (Bulgaria), fue esclavizado después de ser apresado tiempo después de haber desertado como soldado de las tropas auxiliares romanas. Destinado junto a su hermano en principio a la dura vida de una cantera de yeso, su suerte cambia al poco debido a que destacaba por su fortaleza física, por lo que se decide su traslado a una escuela de gladiadores.
Fotograma de la película Espartaco protagonizada en 1960 por Kirt Douglas (fallecido a principios de febrero del 2020, a los 103 años). Como anécdota, en la gran batalla final participaron unos 8.000 soldados del regimen franquista vestidos de legionarios. El rodaje fue en 1959 en Madrid y Guadalajara, percibiendo cada soldado unos 8 dólares diarios, y se cuenta que por lo visto los uniformes de los romanos estaban infectados de piojos.
La insurrección de esclavos de Espartaco, que llegó a tener a miles de hombres en sus filas, fue la 3ª de la República Romana, pero con diferencia fue la de mayor éxito con grandes victorias venciendo a los ejércitos de dos cónsules y batiendo a seis generales romanos, con hábiles estrategias demostrando tener preparación en conocimientos tácticos de guerra y llevando su ejército hacia Roma sumando victorias a lo largo de la península de Italia y convirtiéndose en una seria amenaza. El Senado romano quedó sorprendido, ya que nunca habían imaginado que un esclavo fuera capaz de organizar un gran ejército.
La revuelta llegó a su fin al encargar la tarea de sofocarla al cónsul Licinio Craso (115 a. C.- 53 a. C.), a quien asignaron un enorme contingente de hombres para la causa.
Craso se lo conoce por ser un personaje despiadado, codicioso y corrupto. De familia pudiente, sus padres habían amasado una importante fortuna en Hispania. Su principal base fueron los negocios inmobiliarios con los que especulaba, actividad que compaginaba con la labor de prestamista. En Roma poseía innumerables inmuebles que alquilaba, muchos en ruinoso estado por lo cual llegó a tener incluso un equipo de bomberos que intervenía en función a su propia conveniencia.
El éxito que tuvo Espartaco en el reclutamiento fue debido en gran parte a la fractura de desigualdad social en la República romana. El sistema llegó a basarse predominantemente en la esclavitud en todas las esferas productivas económicas. Llegando al punto de que la población libre romana no podía ejercer casi ninguna profesión porque la nobleza compraba esclavos no tan sólo para los ámbitos domésticos y entretenimiento como los gladiadores, sino también especializados en la actividad a desarrollar a un precio irrisorio, y los explotaba hasta la extenuación. Con lo cual el ciudadano medio no podía competir con los esclavos que apenas cobraban de pago la manutención y alojamiento. Esta situación llevó a la población a vivir en la indigencia, que sería más tarde caldo de cultivo para el populismo, política que practicó el propio Julio César.
Espartaco supuso para la república el hastío de la sociedad ante la injusticia social y degeneración del sistema, que hizo que se unieran muchísima gente descontenta con los esclavos llegando a contar con un contingente de hombres estimados en un número de 70.000, que aunque muchos provenían de diferentes tribus muy dispares lograron compenetrarse en común causa.
Pero fueron éstas diferencias las que rompieron la unidad en las filas del ejército de Espartaco en donde se sumaron discrepancias que aprovechó Licinio Craso para conseguir sus primeras victorias importantes aunque no completa, pero reduciendo importantemente su número de efectivos. Finalmente solicitó la ayuda de Pompeyo el Grande (n.106 a. C.- m.48 a. C.), para vencerlo. La unión de ambos ejércitos consiguió rodear a las tropas de Espartaco, acabando aplastándolo. Decir que para frustración romana, el cuerpo de Espartaco nunca se localizó. Craso y Pompeyo consolidaron su unión política para acabar con el creciente poder populista de Julio César.
Licinio Craso pasó a la historia por las represarías que tomó después para infundir un castigo ejemplar con los rebeldes capturados y prisioneros. Crucificando a un numero de unos 6.000 hombres adultos a lo largo de la Vía Apia desde Roma hasta Capua-calzada principal de Roma-, como advertencia a otros esclavos dispuestos a atacar a sus amos.
Craso murió a una edad longeva contando con unos 60 años pero todavía activo como general, durante la guerra contra los Partos en Siria. La nación Partia se convirtió en un poderoso imperio que dominaba Oriente Medio, y con la que chocaba siempre roma infranqueable, en sus ansias de conquista. Craso se cuenta que murió asesinado en la campaña mientras se negociaba una tregua, envenenado por los partos siendo obligado a tragar oro líquido, conocedores de su voraz ansia de riqueza, siendo luego enviada su cabeza al rey parto.
El control sobre el territorio Parto se hacía esencial para Roma para afianzar las relaciones comerciales con Oriente, la conocida Ruta de la Seda, y que suponía un encarecimiento excesivo debido a los precios impuestos actuando éstos de intermediarios. Las luchas fueron intermitentes a lo largo de la historia con victorias fugases. Se narra la historia entre leyenda y realidad de La Legión Perdida de Craso, hacia el año 53 a. C. y que fue una de las grandes batallas que perdió en territorio sirio el ejército romano con un gran contingente de hombres. Además de la muerte de Craso y esclavizar a la mayoría de su ejército, se cuenta que conservaron a algunas unidades que éstos bajo juramento de fidelidad, sirvieron como ejército de apoyo en las sucesivas refriegas contra los hunos (antepasado de los mongoles). Se cree que al final fueron capturados por el pueblo de China, y usados tantos sus conocimientos militares como arquitectónicos.
Lo cierto es que el Imperio romano nunca pudo establecer la ruta de manera estable debido a los diversos poderosos imperios de diferentes épocas como el Imperio seléucida, y los dos últimos Imperios persas.
Otro destacable personaje que coincidió en el tiempo con las revueltas en Italia de los gladiadores al mando de Espartaco fue Quinto Sertorio (122 a. C.-72 a. C.), general de éxito en numerosas contiendas, y famoso por fundar en Hispania una República independiente de Roma. Aunque siempre fue leal a la república, cuando estalló la Guerra Civil en el 83 a. C. era partidario de su tío Cayo Mario en contra de Lucio Sila.
Sertorio se había labrado una fama legendaria en Hispania debido a sus victorias y heroicidad luchando contra los íberos, logrando por méritos propios (además de excelente orador), convertirse en Tribuno en el 97 a. C. Por sus éxitos en combate recibió la Corona gramínea (93 a. C.), la máxima condecoración militar rara vez obtenida, especialmente por su victoria en sofocar una importante rebelión en el enclave de Cástulo (Jaén).
En el año 90 a. C. fue Cuestor (máximo magistrado), trasladado a una provincia Gala, momento que estalla el preludio de la Guerra Civil. Nombrado Legado se enfrenta a las tropas de Sila a los que vence, perdiendo un ojo en la refriega en su manía de luchar siempre en primera línea, y entrando en Roma castiga a los rebeldes desencadenando una sangrienta matanza. Poco después muere su tío repentinamente, y Sila vuelve aparecer usurpando el poder e instaurando un periodo dictatorial (82 a. C. -79 a. C.).En esos momentos Sertorio se encontraba, habiendo sido nombrado Pretor, en la llamada Hispania Citerior (provincia que ocupaba la costa Este; desde los Pirineos, La Rioja, Zaragoza, Valencia, Murcia, hasta Cartagena). Sila ordena al gobernador provincial su inmediata captura pasando a convertirse Sertorio en rebelde, enemigo de Roma, dando comienzo a las llamadas Guerras Sertorianas (82 a. C. -72 a. C.). Aliado con las diferentes tribus íberas obtuvo victoria tras victoria contra los diferentes tribunos con sus legiones enviadas desde Roma, con escaramuzas y estrategia propia de las guerrillas, fundando una República ganando territorio en el valle del Ebro luchando a su vez contra otras tribus celtíberas. El paso del tiempo agrió su carácter a la vez que se dio a la bebida. Finalmente llega cruzando los Pirineos al mando de 6 legiones, un joven general llamado Cneo Pompeyo, apodado “El Carnicero”, eficiente en tácticas militares, cual unido al otro cónsul en la labor, Quinto, logran sitiar a Sertorio.
Pero se tuvo que recurrir a la vil traición (72 a. C. ), y sería a través de uno de sus generales que cambiando de bando, lo invita a un banquete y aguardando a que se emborrachara junto a su guardia personal, ordena sus asesinatos cuando prácticamente no se mantenían en pie. Estremecedor fue lo que ocurrió con una de las 4 ciudades que se resistieron. Calagurris (municipio de La Rioja llamado en la actualidad Calahorra), sufrió un despiadado asedio negándose a rendirse a las tropas de Pompeyo llegando ante la falta de alimentos, al canibalismo.
Pompeyo se granjeó gran fama por sus éxitos militares tanto en África como en Asia, usando muchas veces la astucia como cuando conquistó Judea (Israel) en el año 63 a. C. atacando un sábado aprovechando que ese día es el festivo judío. Especialmente de los fariseos, la clase dominante judía.Pompeyo murió en Egipto en el año 48 a. C. decapitado por orden del faraón Ptolomeo XIII, a donde se había ido a refugiar tras haber sido derrotado en la última batalla que libró con César. Ptolomeo, que se hallaba en plena guerra civil contra su hermana Cleopatra VII, influenciado por su consejero principal Potino (el faraón no era más que un niño de 10 años), así lo decidió para ganarse la amistad de Julio César enviando como presente la cabeza de su enemigo, y de este modo conseguir su futuro apoyo. Pero César, a pesar de la enemistad entre ellos guardaba mucha estima por Pompeyo. Ejecutó al eunuco Potino y restableció a Cleopatra en el trono. Es célebre el poder de seducción que llegó a tener Cleopatra, que Julio César acabó rendido a sus pies.
Cayo Julio César fue famoso por sus campañas en las guerras Galias entre los años 58 a. C.- 51 a. C., (que dieron pie a la posterior Guerra Civil romana), en especial con la derrota decisiva al líder galo Vercingéntorix en la famosa Guerra de Alesia (52 a. C.-51 a. C.). El enclave de Alesia fue el último bastión del líder guerrillero, y la ciudad amurallada resistió meses de asedio, bloqueada en forma de anillo por el ejército romano, por medio de fortificaciones, diques con fosas, y trincheras. Las legiones romanas cosntruyeron otro anillo interno, y supieron proteger sus flancos y la retaguardia, por lo que no pudo obtener Vercingéntorix ayuda de las otras tribus alidadas de celtas y francos. Tuvo que dejar fuera de sus murallas a miles de sus ciudadanos por la falta de víveres, Julio César también negó les negó ayuda puesto que no tendría suficientes alimentos para todos, acabando muriendo en las inmediaciones intermedias de ambos contrincantes. El bloqueo se hiso insostenible y se dice que llegó a producirse actos de canibalismo. Finalmente el líder franco tuvo que capitular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario