María Isabel Luisa de Borbón fue la hija heredera de Fernando VII (reinado desde 1813-1833). Nació en Madrid el 1830 y falleció en París en 1904. Su madre María Cristina de las Dos Sicilias (1833-1840), ocupó la regencia de la Corona hasta que su hija Isabel II de Borbón -que tan sólo contaba con tres años cuando ascendió a reina-, cumpliera la mayoría de edad necesaria para ocupar el trono que hasta entonces era a los 16 años.
Isabel tuvo otra hermana, María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón (n.1832-m.1897), hija también de la última esposa de Fernando VIII, quien se casó en 4 ocasiones. Fernanda no tuvo buena relación con su hermana, y casada en 1846 con el hijo menor del rey francés, el príncipe duque Antonio de Orleans, trataron de conspirar para adjudicarse el trono de España.
Pero el grave conflicto dinástico en la pugna por el trono lo provoca su tío, el infante Carlos María Isidro de Borbón, que reclamaba su derecho sucesorio a la Corona como Carlos V de España, hecho por el cual se vio forzado a exiliarse al extranjero hasta su muerte en 1855.
La división entre Isabelinos y Carlistas provocó la 1ª Guerra Carlista (1833-1840). Fue una guerra entre la España liberal y la Absolutista.
Carlos Mª Isidro se basaba en la Ley Sálica que trajo consigo a la corona española en 1713 con la llegada de los Borbones, y aprobada por la figura de Felipe V. Esta ley de origen franco trasciende desde épocas inmemorables anteriores a la Edad Media, y fue propia de la monarquía francesa, por la cual nunca una mujer podría ascender al trono, lo que justificaba que él, como hermano segundo de Fernando VIII tenía plenos derechos dinásticos sucesorios. Pero improvisadamente Fernando VII en 1830 promulga la controvertida ley Pragmática Sanción, que establecía que pudiera gobernar una mujer. El decreto reconocía que si el rey no tenía heredero varón, heredara la hija mayor. De esta forma su hija Isabel (Isabel II), de su último y 4º matrimonio, sería reconocida como plena heredera a la Corona.
Al lado de los Carlistas estaban los territorios del País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, controlando el Norte de España. Y en el bando Isabelino, los partidarios del liberalismo, que cuenta con la ayuda de potencias extranjeras que apoyan económicamente pero sin participar directamente, como: Portugal, Inglaterra y Francia. De las tres guerras Carlistas -movimiento profundamente católico y que por ello tuvo mucho apoyo eclesiástico- ésta primera fue la más grave ocasionando multitud de muertes en ambos bandos, y considerada de entre las guerras civiles de España, la más cruenta, ya que el número de muertes superó con creces a la última guerra civil franquista. Económicamente hundió todavía más la hacienda pública quedando aún más en bancarrota. Finalmente en 1839 Don Carlos firmó la paz y se dio por concluida la guerra.
Aunque el conflicto no se dio por zanjado y el periodo de guerras carlistas se perpetuó desde 1833 a 1876, dividida en tres principales guerras civiles de las que trascendieron en importancia la 1ª, y la 3ª.
-Primera Guerra Carlista (1833-40), por la sucesión de Carlos V.
-Segunda Guerra Carlista (1846-49), por la sucesión de Carlos VI.
-Tercera Guerra Carlista (1872-76), por entronar a Carlos VII.
En 1835 se implantó un régimen liberal con monarquía parlamentaria. Se disuelven los derechos señoriales y se elabora la Constitución de 1837. En ellas se gesta la importante ley sobre los presupuestos generales del Estado.
A partir de 1840 la regencia pasó asumirla como jefe de Estado, el general Baldomero Espartero (1840-1843); cual tuvo tratamiento de Alteza Real. Baldomero recién ascendido a teniente hacia 1815, participó en la represión de la rebelión independentista de las colonias americanas. Llegando desde Panamá hasta Perú ascendiendo por sus logros a capitán y más tarde a comandante. Se lo conoció como el líder de los ‘ayacuchos’, en referencia a la última batalla con este nombre que consolidó las pérdidas de las colonias. Aunque él no participó en ella ya que en esas fechas hubo de marchar a Madrid, si lo hicieron todos los generales del cual era líder junto al que fuera el último virrey administrador colonial español en Perú, José de la Serna, que con la llegada de la Independencia en 1825, tuvieron que regresar a España.
En España recibieron este mote y formaron una camarilla, que ejercieron fuertes influencias durante el reinado de Isabel II. Luchó heroicamente al frente del ejército isabelino contra la 1ª Guerra Carlista, siendo herido en multitud de ocasiones. Fue el artífice de impedir que tomaran la ciudad de Bilbao siendo la última de la derrota de los mismos. Aunque su gobierno de forma dictatorial disgustó a muchos sectores, y por ello fue obligado a abandonar el cargo y rechazar la proposición de la Corona de España. Isabel, pese a contar con 13 años (1843), fue declarada capacitada para ocupar con legítimo derecho la regencia. Decir que la reina carecía de la preparación necesaria para el cometido puesto que no estaba especialmente dotada intelectualmente. Sólo sobresalía en escasas disciplinas, como por ejemplo, la música. Las prisas con que tomara la Corona y saliera de las influencias de su madre María Cristina se acentuaban por la escandalosa vida pública que llevaba, cual siendo viuda, no se escondía al pueblo sus continuos embarazos por la relación que mantenía con su amante, atentando contra el decoro de la sociedad de entonces. Siendo exiliada definitivamente a Francia en 1854.
Durante el reinado de Isabel II, con una grave crisis económica a su espalda después de las pérdidas en la Guerra Hispano-Sudamericana, se interpuso la llamada Década Moderada (1844- 1854), gabinete presidido por el General Narváez, de ideas liberales y opuesto a los progresistas que tenían como jefe de gobierno a González Bravo (1843), destacando las siguientes medidas adoptadas tales como:
-La fundación del Cuerpo de la Guardia Civil en 1844: Creada como una fuerza del orden destinada para los medios rurales suprimiendo la Milicia.
-Censura de la prensa: Con fuertes recortes de la libertad de expresión.
-Una Reforma fiscal más acorde con los tiempos modernos; aprobándose en 1845.
-La religión católica como exclusiva del Estado.
-La Reforma Constitucional de 1845 con una soberanía compartida del rey y las Cortes con un poder legislativo compartido, pero que en la práctica obtuvo desastrosos resultados económicos.
-Reforma de la Ley Electoral en el año 1846: Pero restrictiva, con derecho a votar sólo varones mayores de 25 años.
En 1846, contando Isabel II con 16 años, fue obligada a contraer nupcias barajándose varios candidatos ya que era cuestión nacional e internacional que no perjudicara alianzas e intereses. Se decantaron finalmente por su primo hermano Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz. Hombre estimado de poco carácter, y que no influiría en la política.
El matrimonio nunca fue feliz. Fue llamado con el mote de Paco Natillas, se sospecha que era homosexual además de pomposo no sólo en su forma de ser, sino en la vestir. Aunque también otros historiadores defienden que tuvo varias amantes e hijos ilegítimos. Por su parte, a la reina también se le atribuye una vida sexual ajetreada en la que no faltaban los amantes, avivando los rumores en el pueblo llano, ante los numerosos embarazos que tuvo. La boda fue doble, puesto que su hermana Luisa Fernanda de Borbón contrajo nupcias con el príncipe Antonio de Orleans, hijo menor de Luis Felipe I de Francia.
Isabel II estuvo embarazada en 11 ocasiones de los cuales la mayoría acabaron en abortos o muertes prematuras. Sólo sobrevivieron cuatro:
1. Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931).
2. Alfonso de Borbón (1857-1885); príncipe de Asturias, cual pasaría a ser rey de España como Alfonso XII.
3. María del Pilar Berenguela (1862-1946).
4. María Eulalia de Borbón y Borbón (1864-1958); duquesa de Galliera.
Su boda con Francisco de Asís provocó la llamada Segunda Guerra Carlista que tuvo lugar en el periodo entre 1846-1849, por el fracaso de casar a Isabel II con el pretendiente Carlos Luis de Borbón y Braganza (Carlos VI), hijo de Carlos María Isidro (Carlos V), que desde el exilio esperaba su oportunidad para ser legítimo monarca de España.
Al truncarse los planes de los Carlistas al casarse Isabel II con su primo carnal, se inició un levantamiento principalmente en Cataluña unidos bandas carlistas con grupos de ideologías republicanas, en fuerza común motivados por la crisis agraria-industrial de 1846 actuando más a modos de bandoleros en guerrillas, pero sin las fuerzas suficientes y medios para provocar una toma de poder.
Carlos VI llamado también Conde de Montemolín, nació en Madrid pero había pasado su infancia y juventud exiliado a caballo entre Portugal e Inglaterra, provocó muchas insurrecciones carlistas pero como se ha comentado, sin transcendencia. Fallece en 1861.
En junio de 1849 el gobierno decretó la amnistía a los ‘carlistas’ y muchos de los exiliados que se ocultaban principalmente en Francia regresaron. En 1850 la reina inaugura un nuevo edificio del Congreso de los Diputados continuando presidiendo el gobierno Ramón María Narváez; Duque de Valencia.
En 1852 el cura Martín Merino y Gómez, intentó acabar con la vida de la reina clavándole un estilete en el costado. No consiguió su objetivo recuperándose al cabo de unos días. El párroco fue ejecutado en un breve juicio rápido.
En la Guerra de África contra Marruecos (1859-1860), defendió las posiciones de Ceuta y Melilla. Se consigue Ifni (Sáhara español), y Tetuán -pero con un grave costo en miles de vidas a causa de la enfermedad del Cólera-, con la importancia de sus caladeros con los ricos bancos pesqueros; además de la posesión de la Guinea española. También se interviene militarmente en la ciudad de Saigón (Vietnam), en conjunción con los franceses, y se truncaron nuevas expediciones a Santo Domingo, México, Perú y Chile.
Durante su reinado se consiguió la importante obra de canalización del agua potable para Madrid. La modernización y el avance de la red ferroviaria por la Península. También modernizó la Armada que se convirtió en la cuarta más poderosa del Mundo.
En el terreno político cedió más poder al Parlamento, pero en el terreno de las libertades democráticas siempre interpuso trabas y manipulaciones que dieron lugar a la Revolución de 1868, llamada ‘La Gloriosa’. Levantamiento revolucionario que supuso el destronamiento de la reina, e inició el periodo llamado Sexenio Democrático (1868-1874); engendrado por el hastío de la grave crisis después de las pérdidas en la Guerra Hispano Sudamericana (1865-6).
En Cádiz las fuerzas navales al mando del almirante Juan Bautista Topete se amotinan siendo el primer levantamiento militar. Fue en el mismo lugar donde se levantaron en armas unos 50 años atrás, el general Riego contra Fernando VII, que le costaría la vida siendo ejecutado.
Al movimiento armado se le unen rápidamente otras regiones del país, en sucesivas sublevaciones populares, sin que el ejército pudiera detenerlo. El apoyo de Barcelona y la zona mediterránea fue decisivo en el triunfo de la revolución. Isabel se vio abocada al exilio junto a su marido y establecerse en Francia donde quedó al amparo de Napoleón III estableciendo su residencia en París, donde vivió el resto de su vida falleciendo en 1904, dos años después de la muerte de su esposo. Aunque parece que desde que fuera exiliada dejaron de hacer vida común y ambos vivían en domicilios separados. No obstante, fue enterrada en el monasterio de El Escorial, junto a su marido.
En España se formó un gobierno provisional, cual ocuparía la presidencia y regencia Francisco Serrano (1869-1871), iniciándose el republicanismo.
El triunfo en las elecciones de los partidos que defendían la monarquía tal como se recogía en la Constitución de 1869, lo obligaría a encontrar un rey demócrata para España. En la que diría la famosa frase: «Encontrar un rey demócrata en Europa es tan difícil como encontrar un ateo en el cielo».
Destacar que durante este periodo nació oficialmente la peseta, aunque había surgido transitoriamente durante la época de José I Bonaparte, no se afianzó definitivamente hasta la llegada del gobierno provisional del general Serrano.
Isabel II presenció desde el exilio: La llegada de La Primera República; el reinado y fallecimiento de su hijo Alfonso XII hacia 1885; la regencia de su nuera María Cristina de Habsburgo- Lorena hasta 1902; así como del principio del reinado de su nieto, Alfonso XIII.
Isabel tuvo otra hermana, María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón (n.1832-m.1897), hija también de la última esposa de Fernando VIII, quien se casó en 4 ocasiones. Fernanda no tuvo buena relación con su hermana, y casada en 1846 con el hijo menor del rey francés, el príncipe duque Antonio de Orleans, trataron de conspirar para adjudicarse el trono de España.
Pero el grave conflicto dinástico en la pugna por el trono lo provoca su tío, el infante Carlos María Isidro de Borbón, que reclamaba su derecho sucesorio a la Corona como Carlos V de España, hecho por el cual se vio forzado a exiliarse al extranjero hasta su muerte en 1855.
La división entre Isabelinos y Carlistas provocó la 1ª Guerra Carlista (1833-1840). Fue una guerra entre la España liberal y la Absolutista.
Carlos Mª Isidro se basaba en la Ley Sálica que trajo consigo a la corona española en 1713 con la llegada de los Borbones, y aprobada por la figura de Felipe V. Esta ley de origen franco trasciende desde épocas inmemorables anteriores a la Edad Media, y fue propia de la monarquía francesa, por la cual nunca una mujer podría ascender al trono, lo que justificaba que él, como hermano segundo de Fernando VIII tenía plenos derechos dinásticos sucesorios. Pero improvisadamente Fernando VII en 1830 promulga la controvertida ley Pragmática Sanción, que establecía que pudiera gobernar una mujer. El decreto reconocía que si el rey no tenía heredero varón, heredara la hija mayor. De esta forma su hija Isabel (Isabel II), de su último y 4º matrimonio, sería reconocida como plena heredera a la Corona.
Al lado de los Carlistas estaban los territorios del País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, controlando el Norte de España. Y en el bando Isabelino, los partidarios del liberalismo, que cuenta con la ayuda de potencias extranjeras que apoyan económicamente pero sin participar directamente, como: Portugal, Inglaterra y Francia. De las tres guerras Carlistas -movimiento profundamente católico y que por ello tuvo mucho apoyo eclesiástico- ésta primera fue la más grave ocasionando multitud de muertes en ambos bandos, y considerada de entre las guerras civiles de España, la más cruenta, ya que el número de muertes superó con creces a la última guerra civil franquista. Económicamente hundió todavía más la hacienda pública quedando aún más en bancarrota. Finalmente en 1839 Don Carlos firmó la paz y se dio por concluida la guerra.
Aunque el conflicto no se dio por zanjado y el periodo de guerras carlistas se perpetuó desde 1833 a 1876, dividida en tres principales guerras civiles de las que trascendieron en importancia la 1ª, y la 3ª.
-Primera Guerra Carlista (1833-40), por la sucesión de Carlos V.
-Segunda Guerra Carlista (1846-49), por la sucesión de Carlos VI.
-Tercera Guerra Carlista (1872-76), por entronar a Carlos VII.
En 1835 se implantó un régimen liberal con monarquía parlamentaria. Se disuelven los derechos señoriales y se elabora la Constitución de 1837. En ellas se gesta la importante ley sobre los presupuestos generales del Estado.
A partir de 1840 la regencia pasó asumirla como jefe de Estado, el general Baldomero Espartero (1840-1843); cual tuvo tratamiento de Alteza Real. Baldomero recién ascendido a teniente hacia 1815, participó en la represión de la rebelión independentista de las colonias americanas. Llegando desde Panamá hasta Perú ascendiendo por sus logros a capitán y más tarde a comandante. Se lo conoció como el líder de los ‘ayacuchos’, en referencia a la última batalla con este nombre que consolidó las pérdidas de las colonias. Aunque él no participó en ella ya que en esas fechas hubo de marchar a Madrid, si lo hicieron todos los generales del cual era líder junto al que fuera el último virrey administrador colonial español en Perú, José de la Serna, que con la llegada de la Independencia en 1825, tuvieron que regresar a España.
En España recibieron este mote y formaron una camarilla, que ejercieron fuertes influencias durante el reinado de Isabel II. Luchó heroicamente al frente del ejército isabelino contra la 1ª Guerra Carlista, siendo herido en multitud de ocasiones. Fue el artífice de impedir que tomaran la ciudad de Bilbao siendo la última de la derrota de los mismos. Aunque su gobierno de forma dictatorial disgustó a muchos sectores, y por ello fue obligado a abandonar el cargo y rechazar la proposición de la Corona de España. Isabel, pese a contar con 13 años (1843), fue declarada capacitada para ocupar con legítimo derecho la regencia. Decir que la reina carecía de la preparación necesaria para el cometido puesto que no estaba especialmente dotada intelectualmente. Sólo sobresalía en escasas disciplinas, como por ejemplo, la música. Las prisas con que tomara la Corona y saliera de las influencias de su madre María Cristina se acentuaban por la escandalosa vida pública que llevaba, cual siendo viuda, no se escondía al pueblo sus continuos embarazos por la relación que mantenía con su amante, atentando contra el decoro de la sociedad de entonces. Siendo exiliada definitivamente a Francia en 1854.
Durante el reinado de Isabel II, con una grave crisis económica a su espalda después de las pérdidas en la Guerra Hispano-Sudamericana, se interpuso la llamada Década Moderada (1844- 1854), gabinete presidido por el General Narváez, de ideas liberales y opuesto a los progresistas que tenían como jefe de gobierno a González Bravo (1843), destacando las siguientes medidas adoptadas tales como:
-La fundación del Cuerpo de la Guardia Civil en 1844: Creada como una fuerza del orden destinada para los medios rurales suprimiendo la Milicia.
-Censura de la prensa: Con fuertes recortes de la libertad de expresión.
-Una Reforma fiscal más acorde con los tiempos modernos; aprobándose en 1845.
-La religión católica como exclusiva del Estado.
-La Reforma Constitucional de 1845 con una soberanía compartida del rey y las Cortes con un poder legislativo compartido, pero que en la práctica obtuvo desastrosos resultados económicos.
-Reforma de la Ley Electoral en el año 1846: Pero restrictiva, con derecho a votar sólo varones mayores de 25 años.
En 1846, contando Isabel II con 16 años, fue obligada a contraer nupcias barajándose varios candidatos ya que era cuestión nacional e internacional que no perjudicara alianzas e intereses. Se decantaron finalmente por su primo hermano Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz. Hombre estimado de poco carácter, y que no influiría en la política.
El matrimonio nunca fue feliz. Fue llamado con el mote de Paco Natillas, se sospecha que era homosexual además de pomposo no sólo en su forma de ser, sino en la vestir. Aunque también otros historiadores defienden que tuvo varias amantes e hijos ilegítimos. Por su parte, a la reina también se le atribuye una vida sexual ajetreada en la que no faltaban los amantes, avivando los rumores en el pueblo llano, ante los numerosos embarazos que tuvo. La boda fue doble, puesto que su hermana Luisa Fernanda de Borbón contrajo nupcias con el príncipe Antonio de Orleans, hijo menor de Luis Felipe I de Francia.
Isabel II estuvo embarazada en 11 ocasiones de los cuales la mayoría acabaron en abortos o muertes prematuras. Sólo sobrevivieron cuatro:
1. Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931).
2. Alfonso de Borbón (1857-1885); príncipe de Asturias, cual pasaría a ser rey de España como Alfonso XII.
3. María del Pilar Berenguela (1862-1946).
4. María Eulalia de Borbón y Borbón (1864-1958); duquesa de Galliera.
Su boda con Francisco de Asís provocó la llamada Segunda Guerra Carlista que tuvo lugar en el periodo entre 1846-1849, por el fracaso de casar a Isabel II con el pretendiente Carlos Luis de Borbón y Braganza (Carlos VI), hijo de Carlos María Isidro (Carlos V), que desde el exilio esperaba su oportunidad para ser legítimo monarca de España.
Al truncarse los planes de los Carlistas al casarse Isabel II con su primo carnal, se inició un levantamiento principalmente en Cataluña unidos bandas carlistas con grupos de ideologías republicanas, en fuerza común motivados por la crisis agraria-industrial de 1846 actuando más a modos de bandoleros en guerrillas, pero sin las fuerzas suficientes y medios para provocar una toma de poder.
Carlos VI llamado también Conde de Montemolín, nació en Madrid pero había pasado su infancia y juventud exiliado a caballo entre Portugal e Inglaterra, provocó muchas insurrecciones carlistas pero como se ha comentado, sin transcendencia. Fallece en 1861.
En junio de 1849 el gobierno decretó la amnistía a los ‘carlistas’ y muchos de los exiliados que se ocultaban principalmente en Francia regresaron. En 1850 la reina inaugura un nuevo edificio del Congreso de los Diputados continuando presidiendo el gobierno Ramón María Narváez; Duque de Valencia.
En 1852 el cura Martín Merino y Gómez, intentó acabar con la vida de la reina clavándole un estilete en el costado. No consiguió su objetivo recuperándose al cabo de unos días. El párroco fue ejecutado en un breve juicio rápido.
En la Guerra de África contra Marruecos (1859-1860), defendió las posiciones de Ceuta y Melilla. Se consigue Ifni (Sáhara español), y Tetuán -pero con un grave costo en miles de vidas a causa de la enfermedad del Cólera-, con la importancia de sus caladeros con los ricos bancos pesqueros; además de la posesión de la Guinea española. También se interviene militarmente en la ciudad de Saigón (Vietnam), en conjunción con los franceses, y se truncaron nuevas expediciones a Santo Domingo, México, Perú y Chile.
Durante su reinado se consiguió la importante obra de canalización del agua potable para Madrid. La modernización y el avance de la red ferroviaria por la Península. También modernizó la Armada que se convirtió en la cuarta más poderosa del Mundo.
En el terreno político cedió más poder al Parlamento, pero en el terreno de las libertades democráticas siempre interpuso trabas y manipulaciones que dieron lugar a la Revolución de 1868, llamada ‘La Gloriosa’. Levantamiento revolucionario que supuso el destronamiento de la reina, e inició el periodo llamado Sexenio Democrático (1868-1874); engendrado por el hastío de la grave crisis después de las pérdidas en la Guerra Hispano Sudamericana (1865-6).
En Cádiz las fuerzas navales al mando del almirante Juan Bautista Topete se amotinan siendo el primer levantamiento militar. Fue en el mismo lugar donde se levantaron en armas unos 50 años atrás, el general Riego contra Fernando VII, que le costaría la vida siendo ejecutado.
Al movimiento armado se le unen rápidamente otras regiones del país, en sucesivas sublevaciones populares, sin que el ejército pudiera detenerlo. El apoyo de Barcelona y la zona mediterránea fue decisivo en el triunfo de la revolución. Isabel se vio abocada al exilio junto a su marido y establecerse en Francia donde quedó al amparo de Napoleón III estableciendo su residencia en París, donde vivió el resto de su vida falleciendo en 1904, dos años después de la muerte de su esposo. Aunque parece que desde que fuera exiliada dejaron de hacer vida común y ambos vivían en domicilios separados. No obstante, fue enterrada en el monasterio de El Escorial, junto a su marido.
En España se formó un gobierno provisional, cual ocuparía la presidencia y regencia Francisco Serrano (1869-1871), iniciándose el republicanismo.
El triunfo en las elecciones de los partidos que defendían la monarquía tal como se recogía en la Constitución de 1869, lo obligaría a encontrar un rey demócrata para España. En la que diría la famosa frase: «Encontrar un rey demócrata en Europa es tan difícil como encontrar un ateo en el cielo».
Destacar que durante este periodo nació oficialmente la peseta, aunque había surgido transitoriamente durante la época de José I Bonaparte, no se afianzó definitivamente hasta la llegada del gobierno provisional del general Serrano.
Isabel II presenció desde el exilio: La llegada de La Primera República; el reinado y fallecimiento de su hijo Alfonso XII hacia 1885; la regencia de su nuera María Cristina de Habsburgo- Lorena hasta 1902; así como del principio del reinado de su nieto, Alfonso XIII.
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