De los 21 municipios de la isla y con sus escasos 100 km2, éste es el más poblado de toda Canarias con un censo aproximado de 378.517 habitantes. Ostenta la capitalidad de la isla, y comparte con Santa Cruz de Tenerife la capitalidad del Archipiélago Canario.
Ermita de San Telmo y San Bernardo situada en el Parque de San Telmo a la entrada de Triana, y abajo el kiosko histórico del parque de estilo modernista que fue construido hacia 1923.
Ermita de San Antonio Abad edificada en 1757 sobre la primogénita ermita de La Real de las Tres Palmas situada al lado de la Casa (Museo) Colón donde se hospedó Cristóbal Colón en agosto de 1492. En ella se cuenta que Colón rezó antes de emprender la aventura a las Indias con sus tres naves.
La ciudad se fundó hacia el 24 de junio de 1478 con la llegada de Juan Rejón en la bahía de Las Isletas, para emprender la conquista de la isla. Comenzaría en el Barranco de Guinigüada, en una zona poblada de palmeras llamándose en un principio Villa Real de las Tres Palmas, más localizado en el lugar donde se ubica hoy en día el barrio de Vegueta. El barranco se halla hoy en día seco, y sólo corre agua en raras circunstancias de lluvias copiosas en la isla, pero por entonces llevaba aguas perpetuas. Los navegantes sabían orientarse a su puerto por tres altas palmeras, y que desde alta mar podían divisarse con facilidad. A posteriori en 1515 se cambió el nombre por Ciudad Real de Las Palmas, actualmente conforman el “centro histórico de la ciudad”, los enclaves de Vegueta, Triana, los asentamientos en los Riscos de San José, y los barrios de San Juan, San Roque y San Nicolás.
Señalar que el barrio de Tenoya (enclave que en el pasado perteneció al municipio de Arucas), lugar testigo de la lucha canaria (agarrada) entre los dos bravos guayres canarios, Gariragua y Adargoma, quienes por motivos relacionados por las demarcaciones territoriales de sus respectivos ganados, del que saldría vencedor Adargoma a pesar de caer primero, y que además fuera escenario de sendos combates entre los conquistadores contra el líder canario Doramas, es en donde se hallan las palmeras más altas de la isla, con un perímetro de base de más de 2,2 m. alcanzando los 36 m. de altura, y con unos 300 años de vida.
Catedral de Santa Ana en Vegueta.
Iglesia de San Fco. de Asís situada en la Alameda San Nicolás (Plaza de Sta. Ana), comenzando a edificarse en 1518.
En el casco antiguo de Vegueta, con sus cientos de casas centenarias, destaca de referente uno de los principales iconos históricos de Canarias, la catedral basílica de Santa Ana. El templo de estilo neoclásico y gótico, fue declarado en 1974 monumento histórico-artístico de carácter nacional. Su construcción fue de dos fases: La primera abarcó desde el año 1497 hasta 1570, y la segunda en 1781. Hasta principios del siglo XIX fue la única catedral del archipiélago, hasta que en 1819 se crea la Diócesis y la sede episcopal en la catedral de San Cristóbal de La Laguna, con jurisdicción para las islas de su provincia de Santa Cruz de Tenerife (La Palma, La Gomera, y el Hierro). La catedral de Santa Ana estuvo cerrada al culto desde el año 1996 hasta 1998. Es la patrona de la capital donde se venera a su imagen Sta. Ana, madre de la Virgen María, obra realizada de forma altruista en el año 1944 por el escultor canario José de Armas.
Una de las joyas naturales que tiene la ciudad es la Playa de las Canteras conocida en el siglo XIX como la Bahía o playa del Arrecife, donde sólo había en 1890: calas, grandes dunares de arena lleno de tarajales, aulagas, y tuneras…
Playa de la Canteras.
En remotos tiempos La Isleta, localizada al noroeste de Gran Canaria, estuvo separada del resto de la Isla por el llamado Istmo de Guanarteme; una extensión arenosa de más de 4 kilómetros por 200 ms de ancho, oculta cuando subía la marea y que unía a la Isleta con Las Palmas. La Península de La Isleta es una de las tres grandes penínsulas de Canarias, junto a la Península de Jandía (Fuerteventura), y la Península de Anaga (Tenerife). El enclave natural es producto de la acción volcánica y la península se halla alineada por antiguos conos volcánicos. Parte de su territorio es protegido y en su paraje se ubican los enclaves de: El faro de la Isleta, la Zona militar, y el Sebadal, que es una zona industrial. La Antigua prisión (cercana al Polígono del Sebadal y al Puerto de la Luz), fue un campo de concentración durante la Guerra civil española. Completándose con la Playa de las Canteras, y el Confital, en cuya playa rocosa y calas se celebran competiciones surferas, y fue una antigua ubicación chabolista. Al norte de la Isleta se halla el barrio de Las Coloradas, situado en el pico más alto de la ciudad y que ofrece bellas panorámicas del Confital, que se halla justo debajo. En su vertiente más alta debajo de la Cruz de la Loma, en la meseta llamada la Montaña de los canarios, o de la Cruz; se encuentra la zona arqueológica Cuevas de los Canarios. Cuevas construidas por una comuna de aborígenes hace más de 500 años, y que pese al aislamiento supieron aprovechar sus limitados recursos tanto marinos como agrícolas. Las cuevas sirvieron no sólo de refugio sino de silos para almacenar alimentos y enseres.
En la Bahía del Confital se rodó la famosa película de Moby Dick estrenada en 1956, dirigida por John Huston y protagonizada por el famoso actor Gregory Peck. Tuvieron como escenarios el Mercado del puerto, la Puntilla, y varios lugares próximos del Confital.
Vestigios del pasado de época franquista son los restos de baterías repartidas por distintas localizaciones de la capital; como los búnkeres del Confital, en la Minilla, Cuatro Cañones, San Juan, San Nicolás, y otras fortificaciones construidas entre 1940-1 en previsión de que España entrase durante el conflicto de la 2ª Guerra Mundial al lado de Alemania e Italia. Por entonces Inglaterra tenía preparado un proyecto de invasión del Archipiélago amparándose en motivos estratégicos, el conocido Plan Pilgrim, por lo que se construyeron sendas baterías y fortines para repeler el ataque por todo los litorales isleños, en especial en las dos principales islas. Pese al valor histórico se hallan en pésimas condiciones de conservación.
En el pasado para la defensa de la Ciudad se construyeron una serie de fortificaciones y torreones históricos como fueron:
· EL CASTILLO DE MATA:
También llamado Cuartel de Alonso de Alvarado, fue levantado hacia el año 1577 en la meseta del risco del mismo nombre y encima del cúbelo de San Francisco que remataba a la Muralla de Protección construida para proteger a la ciudad. Se encuentra en la bajada de la carretera de Mata de Las Palmas de G. C. Su construcción comenzó a principios del siglo XVII (año 1600), y fue consecuencia directa debido al ataque del almirante holandés Van Der Does hacia 1599. La batalla duró unos 14 días, y afortunadamente el corsario fue vencido a la altura del Monte Lentiscal (Tafira Alta), en donde se encuentra la llamada Cruz del Inglés. Por ese entonces el gobernador de Gran Canaria era Alonso de Alvarado y Ulloa (1539-1599), un experimentado capitán de origen extremeño (Badajoz), que combatió en diferentes contiendas europeas antes de caer en la ciudad de Las Palmas, ostentando el cargo desde 1595-99.
La ermita de advocación marinera al fraile santificado San Pedro González Telmo (San Telmo), llamada Parroquia de San Bernardo y San Telmo, fue fundada en el siglo XVI fuera de la primera muralla norte de la ciudad, se cree edificada por un rico colono portugués o gallego, y acabó arrasada con el ataque. Se volvería a iniciar su reconstrucción hacia 1602, pero continuaría su estado ruinoso hasta que se procede en un solar cercano la completa reinstauración entre 1745-47. Su última restauración fue en 1849.
Por encima del actual castillo subiendo la muralla montaña arriba, en su cima, estuvo el Hospital de San Lázaro donde se asistían e ingresaban a los leprosos y otros pacientes de diversas enfermedades contagiosas. Estuvo activo desde los años aproximadamente 1614, hasta mediados del siglo XVII. En sus mediaciones se ubicó en tiempos más modernos, el Hospital Militar. El Lazareto antiguo que se hallaba por San Telmo (por la calle Murga), predecesor de esta función, se levantó hacia el siglo XVI, pero fue incendiado durante el ataque del pirata.
En 1599 el gobernador defendió con arrojo y valentía la ciudad frente a los piratas holandeses, del que resultara herido fatalmente muriendo en las mediaciones de Santa Brígida (Monte Lentiscal), expulsando finalmente al último frente de resistencia en el Batán.
En conmemoración hay un pedestal honorífico situado por encima del Castillo de Mata inaugurado por el Cabildo de Gran Canaria en diciembre de 1962 de cuyo epígrafe dice: «Al glorioso capitán Alonso de Alvarado, Gobernador de Gran Canaria (1595-1599), que al frente del pueblo hecho milicia voluntaria, defendió esta de la invasión extranjera, dando su vida por la unidad y libertad de estas tierras españolas».
· EL CASTILLO DE SAN FRANCISCO O DEL REY:
El Castillo de San Francisco del Risco, cual ocupa 5.750 m2, está situado en lo alto de la montaña desde donde dominaba a toda la ciudad para entrar en ella desde la zona alta, o salir hacia la cumbre. Se comenzó a construir hacia 1595 en un lugar muy estratégico, e infringió mucho daño en su momento a las tropas del corsario holandés Pieter Van der Does que atacó la ciudad el 26 de junio de 1599, aunque acabó destruido. Fue reconstruido desde 1609-25 con mayores refuerzos. Durante el siglo pasado se añadieron a la vieja fortificación una serie de construcciones, que sirvieron de prisión militar y otras finalidades militares. Se considera Monumento Histórico Nacional desde 1949, aunque actualmente está dejado de las manos de Dios, por su abandono.
· LA VIEJA MURALLA NORTE- SUR:
Las murallas, que datan de mediados del siglo XVI, rodeaban a la ciudad abarcando los barrios de Vegueta y Triana. Todo el terreno fuera de las murallas cual disponía de dos puertas -para norte o sur-, se consideraba “Fuera de la Portada”. Según la visualización del mapa de 1869 del historiador, geógrafo, político, D. Pedro Agustín del Castillo León, la muralla del Norte más antigua medía unos 800 ms de largo por 4 ms de alto. Se desplegaba desde el Fuerte de Santa Ana (cercano al Parque de San Telmo), conectando con la calle Bravo Murillo. Allí se encontraba la puerta del norte llamada Portada de la Marina, renombrada con posterioridad Puerta de Triana (intersección con la actual calle León y Castillo), terminando hasta el pie de la montaña de San Francisco.
La muralla Sur cubría el área de Vegueta desde comienzo de la Calle Reyes Católicos, con una puerta llamada Portadilla de los Reyes, subiendo hasta el barrio de San José con una segunda puerta conocida como Portadilla de San José (Lugar desde donde partiría la antigua carretera del Sur), con grandes áreas de cultivos llamadas Las Huertas de Triana.
La ciudad se dividía en dos debido al Barranco de Guiniguada, comunicándose por medio de dos puentes: El Puente de Palo, y el de Piedra. El Puente de Palo nació hacia el siglo XIX (entre 1861-8), y pasó a denominarse Puente Comercial López Botas llevando el nombre del alcalde de entonces e incorporándose a la vez el popular mercado de Vegueta. Es probable que el paso por el puente, su calzada, en principio fuera de madera y por eso se lo denominara también ‘Palastro’.
El Puente de Piedra se construyó unos cientos de metros más arriba conectando directamente la zona de Santa Ana (Calle Obispo Codina), con Triana. Se lo llamó también Puente de Verdugo en honor al Obispo Manuel Verdugo y Albiturria. (1749–1816), quien destacó por sus labores sociales en la ciudad a favor de los necesitados sufragado por él mismo, además de aportar el capital para la construcción del puente
Al Norte de la antaño muralla, más allá de la antigua calle Camino Nuevo (Bravo Murillo), recibió el nombre de los Arenales debido a las marismas de arenas y tierras procedentes del empuje del Istmo con grandes campos dunares en lo que hoy es el Paseo de Chil.
Las murallas de norte a sur estuvieron hasta el año 1859, reinando en España Isabel II, y se procedió a demolerlas por su situación general de mal estado. Al desaparecer la muralla quedó todavía durante algún siglo la expresión “dentro o fuera de la Portada”.
Arenales recibe un fuerte empuje urbanístico hacia el siglo XIX con el desarrollo de alrededor de la Plaza de la Feria, Fincas Unidas (Paseo de Lugo), Ciudad Jardín, Barrio de los Ingleses (con el famoso Hotel Metropole), ampliándose con los barrios de Guanarteme, el barrio de Santa Catalina, y las barriadas del Puerto.
Alineadas junto al Castillo de Mata y los restos de la antigua Muralla de Las Palmas -cual resistió durante varios días el ataque del corsario holandés y tan sólo ha quedado sin derribar una parte detrás del Castillo de Mata.- se halla un grupo cuevas llamadas Cuevas de Mata, cuales tuvieron su protagonismo en la Historia. En ellas escondieron los defensores parte de la artillería para hacer frente al corsario holandés. En esa época se le llamaban los Silos, ya que estas cuevas fueron viviendas pre-hispánicas de los aborígenes, y sirvieron de almacenaje agrícola. A posteriori después de la Conquista pasaron a ser viviendas de gente humilde conocidas por el nombre de Cuevas del Provecho. Fueron habitadas hasta el siglo XX, concretamente hasta finales de los años 60.
Vestigios del pasado de época franquista son los restos de baterías repartidas por distintas localizaciones de la capital; como los búnkeres del Confital, en la Minilla, Cuatro Cañones, San Juan, San Nicolás, y otras fortificaciones construidas entre 1940-1 en previsión de que España entrase durante el conflicto de la 2ª Guerra Mundial al lado de Alemania e Italia. Por entonces Inglaterra tenía preparado un proyecto de invasión del Archipiélago amparándose en motivos estratégicos, el conocido Plan Pilgrim, por lo que se construyeron sendas baterías y fortines para repeler el ataque por todo los litorales isleños, en especial en las dos principales islas. Pese al valor histórico se hallan en pésimas condiciones de conservación.
En el pasado para la defensa de la Ciudad se construyeron una serie de fortificaciones y torreones históricos como fueron:
· EL CASTILLO DE MATA:
También llamado Cuartel de Alonso de Alvarado, fue levantado hacia el año 1577 en la meseta del risco del mismo nombre y encima del cúbelo de San Francisco que remataba a la Muralla de Protección construida para proteger a la ciudad. Se encuentra en la bajada de la carretera de Mata de Las Palmas de G. C. Su construcción comenzó a principios del siglo XVII (año 1600), y fue consecuencia directa debido al ataque del almirante holandés Van Der Does hacia 1599. La batalla duró unos 14 días, y afortunadamente el corsario fue vencido a la altura del Monte Lentiscal (Tafira Alta), en donde se encuentra la llamada Cruz del Inglés. Por ese entonces el gobernador de Gran Canaria era Alonso de Alvarado y Ulloa (1539-1599), un experimentado capitán de origen extremeño (Badajoz), que combatió en diferentes contiendas europeas antes de caer en la ciudad de Las Palmas, ostentando el cargo desde 1595-99.
La ermita de advocación marinera al fraile santificado San Pedro González Telmo (San Telmo), llamada Parroquia de San Bernardo y San Telmo, fue fundada en el siglo XVI fuera de la primera muralla norte de la ciudad, se cree edificada por un rico colono portugués o gallego, y acabó arrasada con el ataque. Se volvería a iniciar su reconstrucción hacia 1602, pero continuaría su estado ruinoso hasta que se procede en un solar cercano la completa reinstauración entre 1745-47. Su última restauración fue en 1849.
Por encima del actual castillo subiendo la muralla montaña arriba, en su cima, estuvo el Hospital de San Lázaro donde se asistían e ingresaban a los leprosos y otros pacientes de diversas enfermedades contagiosas. Estuvo activo desde los años aproximadamente 1614, hasta mediados del siglo XVII. En sus mediaciones se ubicó en tiempos más modernos, el Hospital Militar. El Lazareto antiguo que se hallaba por San Telmo (por la calle Murga), predecesor de esta función, se levantó hacia el siglo XVI, pero fue incendiado durante el ataque del pirata.
En 1599 el gobernador defendió con arrojo y valentía la ciudad frente a los piratas holandeses, del que resultara herido fatalmente muriendo en las mediaciones de Santa Brígida (Monte Lentiscal), expulsando finalmente al último frente de resistencia en el Batán.
En conmemoración hay un pedestal honorífico situado por encima del Castillo de Mata inaugurado por el Cabildo de Gran Canaria en diciembre de 1962 de cuyo epígrafe dice: «Al glorioso capitán Alonso de Alvarado, Gobernador de Gran Canaria (1595-1599), que al frente del pueblo hecho milicia voluntaria, defendió esta de la invasión extranjera, dando su vida por la unidad y libertad de estas tierras españolas».
· EL CASTILLO DE SAN FRANCISCO O DEL REY:
El Castillo de San Francisco del Risco, cual ocupa 5.750 m2, está situado en lo alto de la montaña desde donde dominaba a toda la ciudad para entrar en ella desde la zona alta, o salir hacia la cumbre. Se comenzó a construir hacia 1595 en un lugar muy estratégico, e infringió mucho daño en su momento a las tropas del corsario holandés Pieter Van der Does que atacó la ciudad el 26 de junio de 1599, aunque acabó destruido. Fue reconstruido desde 1609-25 con mayores refuerzos. Durante el siglo pasado se añadieron a la vieja fortificación una serie de construcciones, que sirvieron de prisión militar y otras finalidades militares. Se considera Monumento Histórico Nacional desde 1949, aunque actualmente está dejado de las manos de Dios, por su abandono.
· LA VIEJA MURALLA NORTE- SUR:
Las murallas, que datan de mediados del siglo XVI, rodeaban a la ciudad abarcando los barrios de Vegueta y Triana. Todo el terreno fuera de las murallas cual disponía de dos puertas -para norte o sur-, se consideraba “Fuera de la Portada”. Según la visualización del mapa de 1869 del historiador, geógrafo, político, D. Pedro Agustín del Castillo León, la muralla del Norte más antigua medía unos 800 ms de largo por 4 ms de alto. Se desplegaba desde el Fuerte de Santa Ana (cercano al Parque de San Telmo), conectando con la calle Bravo Murillo. Allí se encontraba la puerta del norte llamada Portada de la Marina, renombrada con posterioridad Puerta de Triana (intersección con la actual calle León y Castillo), terminando hasta el pie de la montaña de San Francisco.
La muralla Sur cubría el área de Vegueta desde comienzo de la Calle Reyes Católicos, con una puerta llamada Portadilla de los Reyes, subiendo hasta el barrio de San José con una segunda puerta conocida como Portadilla de San José (Lugar desde donde partiría la antigua carretera del Sur), con grandes áreas de cultivos llamadas Las Huertas de Triana.
La ciudad se dividía en dos debido al Barranco de Guiniguada, comunicándose por medio de dos puentes: El Puente de Palo, y el de Piedra. El Puente de Palo nació hacia el siglo XIX (entre 1861-8), y pasó a denominarse Puente Comercial López Botas llevando el nombre del alcalde de entonces e incorporándose a la vez el popular mercado de Vegueta. Es probable que el paso por el puente, su calzada, en principio fuera de madera y por eso se lo denominara también ‘Palastro’.
El Puente de Piedra se construyó unos cientos de metros más arriba conectando directamente la zona de Santa Ana (Calle Obispo Codina), con Triana. Se lo llamó también Puente de Verdugo en honor al Obispo Manuel Verdugo y Albiturria. (1749–1816), quien destacó por sus labores sociales en la ciudad a favor de los necesitados sufragado por él mismo, además de aportar el capital para la construcción del puente
Al Norte de la antaño muralla, más allá de la antigua calle Camino Nuevo (Bravo Murillo), recibió el nombre de los Arenales debido a las marismas de arenas y tierras procedentes del empuje del Istmo con grandes campos dunares en lo que hoy es el Paseo de Chil.
Las murallas de norte a sur estuvieron hasta el año 1859, reinando en España Isabel II, y se procedió a demolerlas por su situación general de mal estado. Al desaparecer la muralla quedó todavía durante algún siglo la expresión “dentro o fuera de la Portada”.
Arenales recibe un fuerte empuje urbanístico hacia el siglo XIX con el desarrollo de alrededor de la Plaza de la Feria, Fincas Unidas (Paseo de Lugo), Ciudad Jardín, Barrio de los Ingleses (con el famoso Hotel Metropole), ampliándose con los barrios de Guanarteme, el barrio de Santa Catalina, y las barriadas del Puerto.
Alineadas junto al Castillo de Mata y los restos de la antigua Muralla de Las Palmas -cual resistió durante varios días el ataque del corsario holandés y tan sólo ha quedado sin derribar una parte detrás del Castillo de Mata.- se halla un grupo cuevas llamadas Cuevas de Mata, cuales tuvieron su protagonismo en la Historia. En ellas escondieron los defensores parte de la artillería para hacer frente al corsario holandés. En esa época se le llamaban los Silos, ya que estas cuevas fueron viviendas pre-hispánicas de los aborígenes, y sirvieron de almacenaje agrícola. A posteriori después de la Conquista pasaron a ser viviendas de gente humilde conocidas por el nombre de Cuevas del Provecho. Fueron habitadas hasta el siglo XX, concretamente hasta finales de los años 60.
Torreón defensivo para proteger la ciudad por su entrada al Muro Sur, ubicado al principio de la entrada al Barrio de San Cristóbal, todavía se halla en pie y reformado.
· EL TORREÓN DE LA ANTIGUA PLAYA DE STA. CATALINA Y STA. ANA:
Desaparecidos en la actualidad fueron construidos hacia 1640 con la misión de proteger la bahía de los continuos ataques piratas. El Fuerte de Sta. Ana fue construido por el entonces gobernador Pedro Rodríguez de Herrera.
En la denominada Caleta de San Telmo en la prolongación de la muralla norte, y junto al Castillo de Santa Ana, se construyó desde 1811-70 el llamado Muelle de Las Palmas, o de San Telmo. Con el cambio de ubicación del muelle por el de Santa Catalina y los avances económicos, fue desmantelado y enterrado sus restos por los rellenos del frente marítimo y la construcción de la autovía hacia el año 1970.
· EL CASTILLO DE LA LUZ (LA FORTALEZA DE LAS ISLETAS):
Fue la 1ª fortificación que se construyó en Gran Canaria a finales del siglo XV, en el año 1494 durante el reinado de Isabel la Católica, siendo solicitado por Alonso de Fajardo por entonces tercer gobernador de la isla, ante el constante asedio al que se veía sometida la ciudad de ataques de piratas y corsarios, principalmente de ingleses y holandeses. Se concedió para la ejecución de la obra un presupuesto de ejecución de mil maravedíes (moneda de la época), que se inició sobre un fuerte de madera que había edificado Juan Rejón en 1478. Fue construido sobre un arrecife que al subir la marea quedaba aislada de la isla por el mar. Entre 1515-19 fue reforzada por medio de un baluarte y hacia 1521 sufrió el primer ataque de navíos franceses. Por estas fechas se inicia la primera de las cinco guerras que librarían las dos grandes potencias del momento, España y Francia, a lo largo del siglo XVI. Gobernaba España Carlos V (1516-1556). Y durante todo el siglo XVI hace defensa de continuos ataques a los que se sumaron además ingleses y holandeses que no podían resistirse al próspero auge del comercio del azúcar de las islas, además de la proximidad del litoral africano.
Sería Felipe II, hijo de Carlos V, el que asuma el plan de fortificación de las principales ciudades de Canarias en 1554, después del terrible saqueo y quema de la ciudad de Santa Cruz de La Palma de 1553. Desde 1563 a 1572 se dan al conjunto el aspecto que hoy conocemos con la construcción maciza de dos torreones en las esquinas noreste y sureste, que protegen los cuatro lienzos del fuerte.
Sus muros sufrieron los ataques históricos de corsarios legendarios como los del normando Jean Fleury (1522), el pirata Jean Alfonso de Santoigne (1543), y los ataques de las escuadras de Hawkins y Francis Drake (1595), o la de los 76 navíos de los holandeses al mando de Peter Van Der Does (1599), de cuyo asedio culminaron entrando en la ciudad despojando al castillo de sus cañones y destruyéndolo en parte con barriles de pólvora. Antes de su huída incendiaron la ciudad, incapaces de terminar la conquista por la feroz resistencia perdiendo de sus casi 9000 hombres un millar, aunque de camino hacia el nuevo continente desembarcaron en la isla de la Gomera, y la saquearon a conciencia.
En el ataque de cuatro años antes, en 1595, por parte de los corsarios Francis Draque y su primo John Hawkins con plenos derechos de conquista otorgados por la reina Isabel I de Inglaterra, rival imperial del reino de España en la figura de Felipe II. La misión original era dirigirse a América para invadir San Juan de Puerto Rico y Panamá, pero Drake al llegar a la altura de Canarias, decidió creyendo una aventura fácil, hacer escala en Gran Canaria y de paso invadir la isla. Hawkins lo cuestionó ya que no estaba por la labor porque creía indispensable llegar con toda la fuerza de la flota integra para tomar Panamá. La batalla se sucedió en la Bahía de las Isletas con una flota estimada de 27 buques y unos 3000 hombres. La resistencia de la isla fue admirable y tuvieron que retirarse con serios daños y perdiendo unos 40 hombres. Tras lo cual se dirigieron hacia el sur de la isla fondeando cerca de la costa de Arguineguín, pero cuando intentaron aprovisionarse de agua potable fueron sorprendidos y repelidos ante la intensidad del fuego adversario. Finalmente si pueden abastecerse de provisiones, agua y reparar los daños diversos, en una zona despejada en la recurrente isla de la Gomera antes de poner rumbo a América.
En el año 1949 el castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico, y restaurado entre 1968 y 1972. En este periodo sufrió con el auge de la llegada del turismo, el desmantelamiento y reformas para convertir esta Fortaleza en un ficticio Castillo de estilo medieval castellano, en alas de ofrecer un lugar más de recreación de atracción turística de la ciudad. La ciudad fue creciendo a su alrededor y fue integrado en la misma dentro de un parque que lleva su nombre. La desidia de los gobernantes de entonces llevaron a que las condiciones de mantenimiento fueran decayendo, hasta quedar prácticamente la Fortaleza abandonada, siendo cerrado al público durante más de un lustro desde el año 2001.
En el 2002 se iniciaron nuevas obras de rehabilitación, con la aparición de las antiguas murallas posteriores a Fajardo. El daño que se hizo ha sido en gran medida irreparable por las pérdidas de piezas y materiales de su historia arqueológica y cambios de ubicación con paredes que se tiraron abajo y se edificaron o encima, u otras distintas al plano original.
La apertura al público se inauguró hacia el año 2015, remodelado junto a un pabellón-museo histórico, fue visitado oficialmente por el actual rey Felipe VI.
De gran relevancia histórica para Canarias gracias a su heroica defensa en Gran Canaria del asedio de una escuadra británica, fue también el militar José de Andonaegui, nacido en Vizcaya, que llegara a Canarias como Coronel de Ingenieros hacia 1741, acuartelado en principio en Tenerife como Inspector de las Milicias, en donde reformaría modernizando las fortificaciones tinerfeñas.
Acabado su cometido y ascendido a Coronel de Ingenieros llegó a la isla de Gran Canaria a finales de 1742, también casándose en la ciudad de Las Palmas. Meses después a mediados de junio se sucedería la llegada de la escuadra inglesa al mando del almirante Charles Windham con cinco navíos. Fue nombrado rápidamente Brigadier de los Ejércitos, y hacerse cargo de la gobernación de las Armas de la Isla. Los invasores amagaron en aguas de la entonces Bahía de las Isletas, pero sin poder efectuar el desembarco debido a la tenaz defensa de los isleños, liderando la resistencia Andonaegui frenando el intento de abordaje de los enemigos. El monarca Felipe V, por su patriótico servicio, lo condecora junto con otros destacados oficiales y soldados. Además lo nombra gobernador de la capital de Buenos Aires, en donde en Argentina acabó destacando con una excelente política de apertura comercial y administrativa, asegurando las fronteras combatiendo contra los indígenas y ampliando el territorio. Llevó a cabo expediciones a la Patagonia, explotando sus riquezas.
La modernización actual de la ciudad se debe a alcaldes como por ejemplo José Mesa y López (1922-1923 y 1929-1931), Nicolás Díaz Saavedra (1931-1932), y José Ramírez Bethencourt (1935-1936 y 1953-1970).
Por último, a la salida Sur de la ciudad, en el Mirador de la Playa de la Laja, playa de arena negra medio natural-artificial, se halla como dando la bienvenida a los visitantes que llegan por la autovía desde la zona Sur de la isla, una colosal escultura de un Tritón, llamado Exordio El Tritón. Situada en el lugar llamado Punta del Palo, tiene una altura de 9 ms., y fue creada en el 2011 por el escultor Manolo González.
La ciudad en su apoteótico expansionismo absorbió al municipio de San Lorenzo en el año 1939 con el fin de la guerra civil, con sus aproximadamente 51.000 km2, y la capital pasó a ser llamada oficialmente Las Palmas de Gran Canaria. El primer alcalde conocido de San Lorenzo fue el capitán Lázaro de Ortega, que data del año 1634, y el último, Juan Santana Vega, cual acabó fusilado por el régimen franquista.
Por último, a la salida Sur de la ciudad, en el Mirador de la Playa de la Laja, playa de arena negra medio natural-artificial, se halla como dando la bienvenida a los visitantes que llegan por la autovía desde la zona Sur de la isla, una colosal escultura de un Tritón, llamado Exordio El Tritón. Situada en el lugar llamado Punta del Palo, tiene una altura de 9 ms., y fue creada en el 2011 por el escultor Manolo González.
La ciudad en su apoteótico expansionismo absorbió al municipio de San Lorenzo en el año 1939 con el fin de la guerra civil, con sus aproximadamente 51.000 km2, y la capital pasó a ser llamada oficialmente Las Palmas de Gran Canaria. El primer alcalde conocido de San Lorenzo fue el capitán Lázaro de Ortega, que data del año 1634, y el último, Juan Santana Vega, cual acabó fusilado por el régimen franquista.
El escudo perteneciente a la Isla de Gran Canaria fue concedido por la Reina Dña. Juana de Castilla en el año 1506 al Cabildo de la isla. La franja superior simbolizaba la vinculación de los reinos de Castilla y León. En la franja inferior la palmera y los perros, canes, como más característico de la isla. Mientras que las espadas de los bordes representaban las batallas que libraron los castellanos para su conquista.
La bandera se compone de un escudo municipal en el centro de un estandarte blanco, que Juan de Frías enarboló hacia 1483, siendo hasta 1869 la bandera de toda la isla de Gran Canaria.
El escudo con corona real concedido hacia 1506 simboliza en su 1ª franja superior a un castillo de oro con tres torres seguido de un león con corona de oro. Vienen a simbolizar los dos cuarteles de la Corona de Castilla. El tercero representa a la Plaza fortificada con las dos palmeras que simbolizan las victorias ante los ingleses contra el corsario Francis Draque en 1595, y contra los holandeses de Van der Doez hacia 1599. Los perros aluden al nombre de la isla. Además por estas victorias se añadieron dos pares más de espadas a las 5 primitivas de la bordura que simbolizaban a las batallas que los castellanos libraron para conquistar la isla. Dichas gestas aluden abajo una cinta plateada con la leyenda: 'Segura tiene la Palma'.
Decir como pie de nota, que existe algún escudo antiguo con 8 pares de espadas en la bordura, pero que se debe a un error, puesto que el escudo oficial desde el siglo XVI lleva los 7 pares aludidos.
Bandera de la isla Gran Canaria.