Acabaron las navidades en el momento que me cogieron debatiendo sobre el movimiento bolchevique y la ayuda que prestara a los chaquetas pardas (los nazis), en unión común en derrocar a la social-democracia (enemigo principal a batir), con olas de huelgas conjuntas y demás revueltas en la antigua Alemania.
Llega un previsible nublado año cual marchará estancado y globalizado en pros del modelo capitalista, cuyo instinto no es más que la codicia y la ambición sin límites. En definitiva del egoísmo más puro y llano, acarreando finalmente las letales consecuencias económicas. En mi opinión principales culpables bancos y demás grupos financieros con escaso control estatal, en lucha feroz por su amor al lucro, junto a las monopolizadas empresas tácitas en competir en cada año lograr batir récords de superávit, junto a la escalada de precios con el beneplácito de los políticos, siempre dispuestos a ser compensados por los cúspide magnánima del poder.
Pero este tema está muy gastado por la demagogia, y lo que quería comentar hoy es precisamente es el problema de la sobre-pesca en nuestros mares cada vez mas carentes de recursos por la expoliación descontrolada de los bancos pesqueros.
La avaricia han esquilmado los bancos pesqueros, y bien lo sabe por ejemplo el archipiélago de Las islas Boloma-Bijagós que la forma una comuna de más de 80 islas e islotes y en la que sólo unos 20 están habitados. El lugar es un paraíso de verdor con enormes playas de arena blanca y un sinfín de diversidad de especies vegetales, animales y marinas...
Perteneciente a la imprevisible Guinea-Bissau por sus constantes golpes de Estado. La región se halla protegida por la Unesco siendo reserva de la Biosfera. El acceso a las islas es únicamente por medio del barco, y se divide en dos parques naturales: El de Orango con 5 islas (cuidado con la gran variedad de serpientes venenosas), y el Parque Marino de Poilao.
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