Grabado Babilónico denominado “La Reina de la Noche”, estimado en unos aprox. 1.700 años a. C., y que se especula se tomó la leyenda de Lilith. La pieza procede del sur de Irak y la adquirió un coleccionista inglés hacia 1924 hasta que finalmente la obtuvo el museo Británico en el 2003. Representa a una diosa-reina, y se cree que pudiera ser adorada como “Ishtar”; diosa sexual del amor y la fertilidad, pero también del arte de la guerra. O también simbolizar a la deidad “Lilitu”, diosa del viento y de la noche, considerado un ente maligno mesopotámico.
Se especula que Lilith que simboliza al demonio de la noche, los vientos y la tempestad, y que se suele representar con dos leones en compañía de dos búhos con cuernos y alas de lechuza, fue junto a también la desconocida Naamá (Nahama o Na'Ammah), cuyo significado viene siendo agradable o encantadora y era algo menos hermosa que Lilith, las primeras mujeres creadas por Dios antes que Eva y que acabarían siendo demonios. Ambas se fueron a vivir al desierto en las costas del Mar Rojo abandonando a Adán.
Representación de Lilith y Naamá. A la izquierda cuadro de Eva.
La primera que alude las Sagradas Escrituras es a Lilith, que acaba abandonando a su marido e irse del Jardín del Edén, según algunos teólogos Eva no existiría aún todavía en el sexto día de la Creación, y a diferencia de Eva, que fue creada de la costilla de Adán, Lilith y Naamá fueron creadas del mismo barro que Adán, y comparte con ambas relación. Éstas interpretaciones se basan principalmente en los pasajes de Isaías 34:14, y del Génesis 1:27 de la Biblia que dice: "Creó pues, Dios al hombre a imagen suya; a imagen de Dios le creó, los creó varón y hembra".
Nunca hubo buena armonía en el trío, y parece ser que las desavenencias partieron de Lilith que cuando él deseaba tener relaciones sexuales se sentía ofendida por la postura acostada que éste exigía, y pretendía un trato por igual no dominante. Adán trató de obligarla a obedecer y Lilith muy enfadada lo abandonó al igual que también acabó por hacer Naamá. Por ello para algunas feministas es convertida en símbolo de la liberación sexual y contra la imposición de poder masculino en decremento de las mujeres.
Las orillas del Mar Rojo donde ambas mujeres se establecieron era un lugar dominado por los demonios, y allí se narra que con ellos se entregaron a la lujuria desenfrenada copulando con todos ellos. Lilith se convirtió en la primera de las cuatro esposas del demonio Asmodeus, y engendró a miles de demonios.
La leyenda también cuenta que Dios decide enviar a tres ángeles, Senoi, Sansenoy, y Sammanglof, en su busca y con la misión de ahogarla. Éstos finalmente se apiadaron, pero pretendieron llevársela. Ella se negó, y entonces en represalia la castigaron haciendo que murieran cien de sus hijos al día. Desde entonces las tradiciones ancestrales judías cuentan que intenta vengarse matando a los niños menores de 8 días, que no estén circundados, convertida en una especie de vampira.
Asmodeus (Asmodai, Chammadai, Sydonai, Asmodeo), es considerado el rey de los demonios (aunque su nivel de maldad y poder, es relativo según la religión). Se lo relaciona con la misma serpiente que tentó a Eva para que cogiera uno de los frutos de los árboles prohibidos, y cual otorgaba el conocimiento del bien y del mal. En líneas generales se le considera un demonio del deseo carnal, y de la lujuria. También se cita como creador de la música y el baile, así como de la ebriedad además de destructor de noviazgos y matrimonios.
El origen de su mito se especula que pertenece a la religión persa del Mazdeísmo (Zoroastrismo), acogido más tarde por otras culturas es mencionado en los textos del judaísmo. El Libro de Tobias lo refleja como un demonio encaprichado de una mujer que asesina a los sucesivos maridos de ésta en la noche de bodas, antes de que lleguen a consumar. También se lo relaciona con el rey Salomón y la construcción del templo, y en ciertas leyendas sobre cómo se intercambiaron los roles Salomón y el demonio entre sí durante algunos años.
Como curiosidad existe una estatua representativa de este demonio en color rojo en una iglesia de Francia situada en Rennes-le-Château. Esta comarca es famosa porque fue donde supuestamente se consolidó la dinastía Merovingia. Existe una leyenda llevada a la ficción de las novelas, cuales afirman que esta dinastía son descendientes directos de la relación entre Jesús de Nazaret y María Magdalena, quienes había tenido una hija a la que llamaron Sara cual acabó finalmente por trasladarse desde Judea al Sur de Francia, concretamente a la citada comarca. Su linaje llega al poder tomando el reino franco hacia aproximadamente el año 400. Aunque los últimos estudios genéticos de ADN que tratan de probar la veracidad de la historia han resultado negativos, y concluye que los marcadores son claramente coincidente con las razas europeas.
El pueblo fue fundado por los visigodos (501), y a su través pasaba el Camino de Santiago. Fue refugio de cátaros, y hacia 1210 perteneció a la Orden del Temple. El pueblo pasó por varias destrucciones y reconstrucciones durante todo este tiempo y quedó abandonado hasta el siglo XIX. La iglesia en cuestión está envuelta en enigmas, y se reconstruyó hacia el 1890 por un pastor llamado Beranger Sauniére, gracias a las donaciones recibidas. En el proceso asegura descubrir ciertas informaciones en pergaminos escritos en latín y francés que se hallaban ocultos en cámaras enterradas y también dice las leyendas que haya un cuantioso tesoro bajo una tumba perteneciente a uno de los caballeros templarios.
La reconstrucción se aceleró y repartió parte de la riqueza generosamente en ayudar a título privado a sus feligreses y embellecer el pueblo en general. La iglesia en el pasado fue dedicada a la Virgen María pero se abdicó a la consagración de la controvertida discípula María Magdalena, y hasta lleva una inscripción de bienvenida que reza en latín una cita extraída del Génesis: “Terribilis est locus iste” (Este lugar es terrible). Decorada con rebosantes simbolismos masónicos y de rosacruces, destaca una pila de agua bendita que es sostenida por la estatua del demonio Asmodeus.
Los escépticos sobre este personaje cura creen que todo fue un montaje logrando engañar a gente influyente y miembros incluso de la realeza que lo ayudaran con la financiación, además de los espléndidos donativos de los habitantes del pueblo a los que embaucó con prometerles financiar una gran residencia para ancianos y enfermos que nunca construyó. En realidad el lugar es muy visitado turísticamente sobre todo gracias a la popularidad obtenida por el éxito de la novela del escritor Dan Brown con el título El código Da Vinci, que posteriormente fue llevada al cine. La figura misma de María Magdalena no hay documento que la avale más que algunas menciones en la Biblia, y mucho menos emparejada con el profeta Jesús. Tampoco hay ningún documento que atestigüe que hay una cripta secreta o por los alrededores de la Iglesia, donde reposen sus restos.
En cuanto al mito de Lilith, sus detractores creen que es pura invención, o la traslación de alguna reina o diosa mesopotámica o incluso egipcia, a los textos sagrados. En ello aclaran que el pueblo hebreo fue una sociedad muy patriarcal, y en la mentalidad de la época no cabe un protagonismo superior de la mujer, o que aspirara a considerarse como un igual con el hombre. Por ello interesaba demonizar a Lilith y considerarla capaz de las más terribles abominaciones.
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