lunes, 24 de agosto de 2009

La intrigante desaparición de la cultura Clovi


Fue llamada también Cultura Llano, y se cree que fue la civilización más antigua tras la última gran glaciación "Era de Hielo", del Paleolítico Superior (que abarca de los 33.000 a. C. hasta el 9.000 a .C.). Con origen probablemente asiático llegando desde Siberia seguramente por el puente de Beringia sobre el estrecho de Bering, que se debía hallar lógicamente congelado, hacia Alaska.

                   Fotograma de la película 10.000


Su nombre se debe a que los primeros asentamientos prehistóricos indígenas que se encontraron fueron en la localidad de Clovis en Nuevo México (EEUU), datando del Pleistoceno aproximadamente hace unos 13.000 años a. C, así mismo se han hallado asentamientos similares en Centro-américa.



Este pueblo se caracterizaba por usar lanzas con puntas de piedra muy elaboradas de dos caras. Los clovis eran muy buenos cazadores y solían organizar cacerías de mamuts, caballos, bisontes, e incluso se atrevían con los temibles tigres dientes de sable que habitaron desde el periodo Neógeno (Mioceno), hasta el Pleistoceno temprano.


Los arqueólogos coinciden en que mucho de estos grandes mamíferos y otras especies desaparecieron junto a los clovis en la misma línea temporal. Analizando diferentes capas de sedimentación en América del Norte, se ha hallado una capa negra rica en carbón quemado: iridio, mano diamantes y helio 3. Encontrándose muchos fósiles de especies extintas y árboles de aquella época por debajo de esta capa de sedimentación, y nunca más por encima. Indicando un repentino cambio climático.



Aunque otros investigadores sostienen que la desaparición de los mamuts (muy numerosos en la época), se debió a que los cazaban indiscriminadamente. Pero esta tesis no tiene muchos seguidores.



En utenzilios de caza de la cultura clovi se descubrieron partículas metálicas cuales fueron los primeros indicios que hicieron pensar de un impacto cósmico, y que debió ser de un meteoro de grandes proporciones alrededor de los 13.000 a. C. Además el geofísico de Arizona Allen West halló virutas de metralla metálica procedentes del supuesto meteoro en fósiles de colmillos de mamuts. Aunque más adelante se descubrió que las virutas eran a posterior, y que los colmillos databan de miles de años antes. Pero halló un cráneo de bisonte y otro de caballo con niveles altos de iridio, muy común en los meteoritos, y nada habitual en nuestro planeta.
En uno de los yacimientos se encontró una gran pieza de cristal negro que contenía resto de árboles y plantas carbonizadas, partículas de cuarzo, esférulas en forma de esponjas negras, y nano diamantes cuales sólo se hallan en el espacio.

 
Además en los extractos de la capa arqueológica de la época se encontraron moléculas extraterrestres como los fullerenos -polvo estelar-, que es un estado intermedio entre grafito y diamante. Pero hasta que no se encuentre el lugar de impacto, su epicentro, no se puede saber con certeza. Se cree que no se ha hallado porque la capa de hielo sirvió como escudo convirtiendo al meteoro en metralla que se diseminaría en un amplio radio en oleadas de sucesicas explosiones por los alrededores. Se especula que debió de ser un meteoro con un tamaño de 1 km de ancho que al impactar provocaría temperaturas de hasta 10.000º C. Se cree que cayó sobre Canadá (muy rica en diamantes), siendo la explosión 100 veces mayor que el producido por las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.




Generando una nube de detritos dispersados en todas las direcciones en forma de metralla a velocidades supersónicas cayendo como lluvia, añadiéndose el calor en inmensas nubes de vapor creando tormentas de fuego que barrerían toda Norteamérica, creando una época de deshielo antes que volviera a cubrirse nuevamente de los perpetuos hielos.
En algunas zonas de Norteamérica se han encontrado fósiles de Mamut que datan a posterior del impacto. Pero el brutal cambio climático que se desencadenó los terminó por hacer desaparecer junto a los clovis en un punto de no retorno, disputándose ambas especies la poca comida del hábitat arrasado.
En Groenlandia se halló una capa de niveles tóxicos por amonio que junto a los niveles de salinidad analizando los sedimentos correspondientes a esta época, demuestran que eran muy elevados en los mares próximos. A todo ello se especula que es posible que existiera un patrón de impactos de meteoros grandes originados por el estallido de una supernova, y que sus restos nos visitan cada miles de años...

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